indice del viaje

 

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Jueves 13 de Septiembre. Valencia, Barcelona, Zagreb

Viernes 14 de Septiembre. Zagreb

Sábado 15 de Septiembre. Zagreb, Plitvice, Opatija

Domingo 16 de Septiembre. Opatija, Pula, Rovinj, Porec, Opatija

Lunes 17 de Septiembre. Opatija, Zadar

Martes 18 de Septiembre. Zadar, Sibenik, Split

Miércoles 19 de Septiembre. Split, Trogir

Jueves 20 de Septiembre. Split, Mostar, Dubrovnik

Viernes 21 de Septiembre. Dubrovnik.

Sábado 22 de Septiembre. Dubrovnik, Islas Elafitas

Domingo 23 de Septiembre. Dubrovnik, Zagreb, Barcelona, Valencia

 

 

 

 

 


Jueves 13 de Septiembre de 2012. Valencia-Barcelona-Zagreb.

 

 

Ha amanecido un bonito día de sol. Es una buena señal de que empezamos bien nuestro viaje.
A las 11 de la mañana nos encontramos todos en la calle Linares. Somos 18 en total. Nos falta Mª José que a última hora se ha puesto malita y la tenemos ingresada. La vamos a echar mucho de menos. De Valencia nos reunimos, Vicente y Dulce, Amparo y Luis, Ben y Mila, Ramón y Mari CarmenMercedes y Maria. En el autobús llegan de Algemesí  Aure y Vicente, Ricardo y Teresa, Boro y Pepe, y Maruja.
Mientras meten las maletas en el bus, Mari Carmen nos regala a las chicas unas pulseritas que hizo anoche con argollas de botes de refresco, decoradas con cintas de distintos colores, muy chulas.
Comenzamos el viaje en dirección a Barcelona. Nos acompaña Carmen, una guía de la agencia de viajes ENGRUPO para ayudarnos en el checking y embarque.
A mitad camino paramos a almorzar. A la salida nos encontramos con un cachorro de labrador negro de 6 semanas que nos pone el ánimo blandito, ya que hemos tenido que dejar a Max, nuestro perro, en una residencia por primera vez. No sabemos cómo reaccionará a la salida.
Llegamos al aeropuerto de Barcelona y allí se nos une Marisa, amiga de Mercedes. Una vez soltado el lastre de las maletas y pasados todos los trámites, esperamos dando una vuelta por las tiendas que hay por allí y tomando un refresco, ya que hace mucho calor. Aure y Tere buscan y encuentran unas barajas de cartas que han olvidado coger para, en los ratos libres, jugar una partidita de cartas, como así hacen mientras esperamos el vuelo. Los chicos de Algemesí celebran la salida con cubatas, para animar el cuerpo.
A las 6:26 de la tarde despegamos rumbo a Zagreb. El vuelo va lleno de orientales y un equipo de balonmano masculino. Sirven una merienda y bebidas. El vuelo es tranquilo.
Aterrizamos en Zagreb y está chispeando al bajar del avión. Hace fresquito, estamos a 14º.
Recogemos las maletas y a la salida nos espera nuestra guía Maja Maras. Se pronuncia “Maya” como la abejita de los dibujos animados.
Durante el trayecto nos explica que Croacia es un país pequeño, con una superficie de 56.542 Km cuadrados. Consta de una zona continental en forma de boomerang y unas 1.185 islas e islotes, de las cuales 68 están habitadas. Se encuentran sus costas en el Mar Adriático. Sus fronteras son al Norte con Eslovenia y Hungría, al Noreste con Serbia, al Sureste con Montenegro y al Sur y al Este con Bosnia- Herzegovina.
Su costa continental es de 1.778 Km de longitud y si contamos la de las islas es en total de 5.790 Km.
Su población es de 4.5 Millones de habitantes. Zagreb, como capital del país, tiene unos 800.000 y el resto de la población vive básicamente en la costa.
La ciudad de Zagreb está atravesada por el rio Sava. Nace en Eslovenia y de sus 991 Km. de longitud, 562 Km. transcurren por Croacia. Desemboca en el rio Danubio.
Este rio está relacionado con la leyenda de Jasón y los Argonautas. Dice que el príncipe Jasón junto con sus amigos los Argonautas, huyendo del rey Aites, que había robado el Toisón de Oro, navegaron por el Mar Negro, el rio Danubio y su afluente más largo el rio Sava, llegando al rio Ljiublanka, donde encontró por los pantanos un terrible monstruo contra el que combatió y lo mató. Desmontaron su nave y la llevaron hasta el Mar Adriático, regresando por fin a Grecia.
En el norte de la ciudad está protegida de los fríos vientos del norte por la montaña Medvednica, antes poblada por muchos osos y lobos.
Nació entre dos colinas: Gradec, la mundana, lo que hoy es la ciudad alta y Kaptol, la religiosa.
Llegamos al Hotel Dubrovnik. El autobús no puede llegar hasta la puerta ya que se encuentra en una zona peatonal, junto a la plaza principal de la ciudad. Pasamos bajo un pasadizo entre dos calles y Maja nos reparte las llaves. Subimos a la habitación a instalarnos y más tarde bajamos todos juntos a cenar en el restaurante del hotel. De primero nos sirven una sopita caliente que nos viene de perlas.
El hotel está bien, solo que están en obras, pero no molestan mucho.
Tras el largo viaje y con el frío que hace, solo damos una vueltecita hasta la plaza y por los alrededores y nos retiramos.

 
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Viernes 14 de Septiembre de 2012. Zagreb.

Galeria de fotos de Zagreb

 

No madrugamos mucho pero nos tenemos que abrigar.  
No nos podemos resistir y nos acercamos a la panadería que hay enfrente del hotel de la que sale un olor muy apetecible a pan y especias que nos incita a probarlo todo, aunque esto lo dejamos para la merienda.
Nos reunimos con la guía local, Sandra, que nos acompaña hoy para enseñarnos Zagreb.
El primer indicio que se tiene de esta ciudad es la llegada de los ilirios, más tarde llegaron los celtas en el siglo IV a.C. Después los romanos construyeron un gran centro alrededor de la ciudad. A la caída del imperio hubo incursiones de los  visigodos, alanos, hunos y ávaros,  hasta que en el siglo VII se establecieron los croatas
La fundación de la ciudad se localiza en el 879, pero hasta el 925 no se corona en ella al primer rey croata, de nombre Tomislav. Es en este siglo X cuando se afianzan los poderes laico y religioso, disputándose el poder de la tierra y la recaudación de los impuestos.
La primera vez que Zagreb aparece nombrada en documentos escritos es en el año 1094, cuando el rey húngaro Ladislav fundó el Obispado de Zagreb en la colina de Kaptol.
Otra fecha clave para la historia de Zagreb fue 1242, cuando el rey de Hungría y Croacia, Bela IV, halló refugio entre los muros de Gradec tras la invasión de los mongoles. En agradecimiento  el soberano concedió la “Bula de Oro”, por la que la  proclamaba la ciudad libre del reino y le concedía privilegios e inmunidad.
En 1609 es cuando adquirió el nombre de Zagreb.
En 1850 se erigió como capital de Croacia-Eslovenia. Esta fue su etapa de engrandecimiento y gran desarrollo cultural.
En la última década del siglo XIX el arquitecto Hermann Bollé, nacido en Colonia, le confirió su actual aspecto, realizando un brillante proyecto de restauración de edificios antiguos y la construcción de barrios modernos. Restauró la catedral de Zagreb después de un terremoto y a él se debe el cementerio de Mirogoj, donde está enterrado.
Fruto de este desarrollo es la figura de Slavoljub Eduard Penkala (1871-1922).
Fue un prolífico inventor, conocido mundialmente por inventar la pluma estilográfica y el bolígrafo (1906-1907). Junto a Edmund Moster fundó la “Penkala –Moster Company” para la fabricación de dichos inventos, convirtiéndose en la más importante del mundo en su tiempo. Hoy en día sigue existiendo.
También construyó el primer aeroplano de dos asientos croata en 1909 junto con Dragutin Novak, el primer piloto croata.
Penkala llegó a tener 80 patentes de detergentes, productos químicos, medicinas, mecánicos, eléctricos, etc.
Lo primero que visitamos es la Plaza Jelacic.
Es el centro de la ciudad, encontrándose al pie de las dos colinas de Kaptol y Gradec.
En 1641 las autoridades de la ciudad decidieron que este sería el emplazamiento de las ferias y mercados.
El edificio más antiguo que se conserva en la plaza es de la primera mitad del siglo XIX. Los demás son de diferentes estilos de años posteriores.
En su origen se llamó Plaza de Harmica, referido al impuesto que se pagaba por las mercancías, luego se llamó Plaza del Gobernador Jelacic. Después de la 2ª Guerra Mundial fue nominada Plaza de la República y desde 1990 vuelve a llamarse Plaza del Gobernador Jelacic, ocasión en la que se volvió a instalar la estatua ecuestre  que fue realizada por el escultor Antun Fernkon. Este acto fue a petición popular ya que este militar y gobernador abolió el sistema feudal, liberó  a los campesinos del vasallaje y convocó las primeras elecciones al Parlamento Croata. Es considerado un héroe nacional y el billete más usado de 20 Kunas lleva su imagen.
En un lateral de la plaza se encuentra la Fuente Mandusevac. Es de planta octogonal y fue construida a finales del siglo XIX sobre un pozo que recogía las aguas de un manantial que abastecía de agua a la capital. Cuenta la leyenda que un día de calor, cuando el gobernador volvía de ganar una batalla, se sentía cansado y sediento. Le pidió a una jovencita llamada Manda que le cogiera (zagrabiti) agua en el manantial. A raíz de este hecho la fuente tomó el nombre de la muchacha y la ciudad se llamó Zagreb.
Es una plaza con un constante ir y venir de gente, ya que aquí paran la mayoría de los tranvías azules de la ciudad. Además está rodeada de cafés tradicionales que aparecen siempre llenos.
Nos dirigimos a Kaptol, donde se encuentra la Catedral de la Asunción de la Virgen Maria y de San Esteban. Fue fundada en 1094 por el rey Ladislao de Hungría. Los mongoles la destruyeron en 1242  pero se reconstruyó muy pronto en estilo gótico. A lo largo de los siglos ha sufrido innumerables modificaciones, siendo ahora el barroco el que predomina. Sufrió grandes daños en el terremoto de 1880 y la reconstruyó Hermann Bollé con un estilo neoclásico. En su fachada podemos ver sus dos torres de más de 100 metros de altura. Lo más destacado de la iglesia es que en un muro lateral hay una inscripción en escritura glagolítica. Según los datos que se tienen fue creada por los alumnos del Obispo Cirilo en la segunda mitad del siglo IX. Se convirtió en la escritura oficial croata hasta el siglo XVII. Es una adaptación del alfabeto griego y la lengua eslava. Aun hay reductos de católicos en los Balcanes que la usan.
En el altar se encuentra el sarcófago del Cardenal Stepinica que fue nombrado beato por Juan Pablo II,  obra de Ivan Mestrovic. También es de destacar el púlpito de mármol de Michele Cusa de 1696.
A la salida observamos los restos de la muralla renacentista que se levantó para defender la catedral. Sólo queda el tramo norte y cinco torres.
El Convento de los Franciscanos, que se cree fue fundado por San Francisco de Asís en el siglo XIII y el Palacio Arzobispal, del siglo XVIII en estilo barroco, construido sobre la antigua muralla del siglo XVI se encuentran a los lados de la catedral. Frente a ella hay una fuente según proyecto de Hermann Bollé , que es una gran columna coronada por una imagen dorada de la Virgen y en su base cuatro ángeles también dorados de 1878.
Continuamos la visita a la Plaza Dolac  inaugurada en 1926 donde hay a diario un mercado de verduras y frutas además de productos artesanales, como los juguetes de madera tan típicos. La plaza está cubierta de sombrillas  rojas con un dibujo particular semejante al del traje regional de las afueras de Zagreb.
Subimos por unas escaleras y en otra replaza, en el centro, se encuentra la escultura de 1955 dedicada a Petrica Kerempuh, saltimbanqui y vagabundo, símbolo del humor sarcástico croata. De día se venden plantas y flores a su alrededor.
En la misma plaza está la Iglesia de Santa Maria con un curioso campanario. Pasamos por una farmacia que ya existía en 1590.
Llegamos a la calle más bulliciosa de Zagreb, la calle Tkalciceva, repleta de terrazas,  restaurantes y tiendas. Antiguamente era el curso del arroyo Medvescak que dividía las poblaciones de Kaptol y Gradec. El curso del agua movía molinos que propiciaron la instalación de fábricas de papel, tejidos, jabones y licores. Debido a la gran contaminación que producían fue cubierto y encauzado a finales del siglo XIX. Las casas que la rodean son muy bonitas y protegidas en sus fachadas. En una placita lateral podemos observar un reloj de sol y la estatua en bronce de 1991 de Marija Juric Zagorka, fallecida en 1957, primera periodista y escritora croata que fue una adelantada en su época como luchadora por los derechos de las mujeres. En su mano derecha lleva un paraguas.
Más adelante nos topamos con un jardín que contiene la estatua ecuestre  de San Jorge, en el momento que ha matado al dragón que yace a sus pies. Subimos por una escalera y por calles intrincadas, llegamos al barrio antiguo cuyas casas eran de madera y como había muchos incendios se restauraron sus fachadas con piedra, aunque su interior aun es de madera.
Pasamos por la Puerta de Piedra o Kamenita Vrata, la única que se conserva de las cuatro que contaba la muralla medieval del siglo XIII. Sufrió un incendio a principios del XVIII y el Cuadro de la Virgen se conservó milagrosamente y por eso es la protectora de la ciudad . Su forma actual es del siglo XVIII. A su entrada están las cadenas del barco “Victory”  de su Majestad la reina Victoria de Inglaterra. El capitán de este barco fue el almirante Nelson durante la batalla de Trafalgar.
En el pasillo cubierto que se forma está la capilla de la Madre de Dios, muy venerada. La imagen pintada está protegida por una reja barroca de hierro de 1758. Enfrente de la Virgen hay unos bancos de madera, siempre repletos de gente rezando y muchas velas encendidas. La paredes están cubiertas de placas dando gracias por los favores recibidos.
A la salida, en una especie de hornacina, está la escultura de Dora Krupiceva, primer personaje de la novela histórica croata escrita por Augst Senoa en 1871, que relata la historia de amor entre un noble y una ciudadana, que murió envenenada por un amor no correspondido.
En la calle Kamenita se encuentra la farmacia más antigua que fue fundada en 1355, y que en 1399 pasó a ser propiedad de un bisnieto de Dante Alighieri. Desde su apertura no ha dejado de existir.
Llegamos a la Plaza de San Marcos. Es la plaza más antigua, rodeada por edificios donde tiene la Sede el Gobierno Croata, el Banski dvori y el Parlamento en el Palacio Sabor. Enfrente está el Registro Civil en el antiguo Ayuntamiento, donde se celebran las bodas por una puerta y por la otra los divorcios.
En medio está la Iglesia de San Marcos de mediados del siglo XIII de estilo románico, de la que quedan tres naves. Las bóvedas son góticas. Fue reconstruida en estilo neo-gótico por el omnipresente Hermann Bollé a finales del XIX.
Lo más peculiar es el tejado con azulejos de colores con un escudo del reino formado por Croacia, Dalmacia y Eslavonia y otro que pertenece a la ciudad de Zagreb.

Bajamos por la calle Cirilmetodska llena de edificios emblemáticos como el Museo del Arte Naif, el Seminario griego-católico, la Iglesia de San Cirilo y San Metodio y lo más curioso es el Museo de las relaciones rotas.
Llegamos hasta la Plaza de Santa Catalina con la Iglesia del mismo nombre, construida en 1632 por los jesuitas. El interior es de estilo barroco con aplicaciones de escayola en techos y paredes sobre fondo rosa. Como está cerrada, volveremos a la tarde para verla. En la plaza está además el Palacio Kulmer que alberga la Galería de Arte Contemporáneo.
En el lateral se abre otra plaza , la de los Jesuitas donde se puede observar una fuente dedicada a la figura del pescador, obra de 1908.
Enseguida nos encontramos con la Torre Lotrascak, la única conservada de la fortaleza construida en el siglo XIII para defender la Puerta Dverce. La campana de la torre anunciaba el cierre de las puertas de la ciudad. En 1877 se quitó la campana y se instaló un cañón en una de las ventanas y a las doce del mediodía dispara una carcasa repleta de papelillos para que los croatas ajusten cada día  sus relojes.
La leyenda dice que el rey húngaro Bela IV dejó un cañón en agradecimiento a los ciudadanos que le habían protegido de los tátaros con la condición de que fuera disparado cada día para que no se oxidara.
Esperando el cañonazo nos fijamos en que se divisa a lo lejos un incendio en el edificio moderno de las telecomunicaciones. Desde allí  se ve como le tiran agua y sale humo blanco, ya que lo están apagando.
Al lado de la torre está la estación del funicular. Es el más corto del mundo y dura 55 segundos con un total de 28 pasajeros cada vez. Fue creado para unir los dos barrios  en 1891. Hasta 1934 funcionaba a vapor y casualmente iba más rápido que ahora que va a electricidad. Bajamos todos y tras una parada técnica para ir al hotel y a la farmacia, nos recoge el bus para hacer una panorámica de la ciudad. Vicente por el camino se ha comprado una panoja, que se encuentran en puestos que hay por la calle y luego se toma un café con Luis en una cafetería de la Plaza Jelacic.
El centro está plagado de plazas y jardines encadenados , que se llama la Herradura Verde de Zagreb. Todos los palacios que bordean los jardines se han utilizado como edificios civiles como la Universidad, los Juzgados, la Academia de Ciencias, el Teatro Nacional... Las fachadas son muchas de ellas amarillas, color de la etapa austro-húngara.
Por el camino al restaurante pasamos al lado de la torre de comunicaciones y vemos los estragos del incendio. Se ha quemado un cartel situado en la parte superior del edificio.
Vamos a comer a una cervecería llamada Zlati Medo. Allí fabrican cerveza.
De allí nos vamos al Museo de Arte y Artesanía, donde nos espera Sandra, la guía. Nos explica el contenido fuera, ya que dentro no dejan dar explicaciones.
Está instalado en un edificio construido entre 1882 y 1892 por Hermann Bollé. Incluye piezas de arte sacro, relojes, metales, vidrios, muebles, cerámicas y textiles todo ello repartido en tres plantas.

En las inmediaciones está el Pabellón Croata de Arte. Fue construido para la exposición Milenaria en Budapest en 1896. Se utilizaron en su construcción las mejores tecnologías para el esqueleto de metal. Esto permitió que fuera desmontado en Budapest y trasladado en tren a Zagreb donde fue recompuesto y añadido una fachada. Se volvió a inaugurar en 1898.
Otro monumento emblemático es el Teatro Nacional de Croacia, que fue solemnemente inaugurado en 1895. Como casi todos los edificios, el proyecto es de Hermann Bollé.
Volvemos al hotel. Descansamos y algunos salimos a pasear. Tomamos el funicular hacia arriba para visitar la Iglesia de Santa Catalina. Se encuentra abierta y están adornándola las floristas para una boda bajo la atenta mirada del párroco.
Detrás de la iglesia hay un mirador con una hermosa vista de Kaptol con las torres de la Catedral al frente.
Volvemos caminado por la calle repleta de tiendas  y entramos al mercadillo que hay instalado en el centro de la Plaza Jelacic, donde venden alimentos y objetos tradicionales de la artesanía croata.
No podemos resistirnos al pasar frente a la pastelería y nos compramos unas empanadillas de hojaldre con diversos rellenos.
Tomamos una cervecita en el bar del hotel. Acompaño a Amparo a la carpa. En un lateral hay un grupo que toca música de percusión. Damos una vuelta por las callecitas alrededor del hotel que son peatonales y están llenas de bares, cafeterías y restaurantes con enormes sombrillas con calefactores  y mesas ocupando toda la calle. Dan una ambiente estupendo.
Después de cenar algunos nos retiramos a dormir y las de Algemesí se ponen a jugar a las cartas en la recepción.

 
 
 
 

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Sábado 15 de Septiembre de 2012. Zagred-Rastoke-Plitvice-Opatija.

Galeria de fotos de Rastoke y Plitvice

Rastoke y Plitvice, Croacia

Hoy madrugamos un poco más. Tras bajar las maletas nos dirigimos al bus y nos despedimos de Zagreb chispeando.
La primera parada del día es en el Cementerio Mirogoj. Está a muy pocos kilómetros de la ciudad. Es un edificio enorme con altos muros y una arcada por la parte interior que lo rodea. Por supuesto fue realizado por Hermann Bollé a finales del siglo XIX, es decir, todas las arcadas monumentales, los pabellones, la iglesia y las cúpulas . Acoge los panteones y sepulturas de las grandes familias y personajes ilustres de la cultura, la ciencia y la política, como Franjo Tudman que fue el primer presidente de la actual Croacia. Su historia tiene diversos episodios. Fue partisano en contra de los nazis y de los ustashi, soldados croatas pro-nazis. Ingresó en el Ejército y llegó a general.  Tras su retirada se hizo comunista y se inició en la política en 1990 como si fuera un mártir de la causa nacionalista. Tras la derrota en la guerra en la batalla de Krajina su misión desde 1992 fue recuperar la zona que había quedado bajo control serbio. Esto se logró en 1995. Su historia es muy controvertida y hay lagunas oscuras en su comportamiento, pero es un héroe nacional. Su panteón es enorme, en mármol negro en el que se pueden ver flores frescas y velas.
A la realización de las tumbas contribuyeron notables artistas como el más conocido Ivan Mestrovic, Antun Augustincic, Ivan Rendic, Edo Murtic, Jozo Kljakovic, etc. Se puede considerar como un Museo al aire libre y un hermoso parque.
Lo más curioso es que en el mismo cementerio se entierran los difuntos de tres religiones, sin ningún tipo de problema.
El primer entierro que se realizó aquí fue el de Miroslav Singer en 1876, que fue un profesor de esgrima.
Hoy no hace un buen día. Llovizna un poco, el cielo está encapotado, así es que seguimos viaje.
Atravesamos la ciudad de Karlovac que se encuentra en la confluencia de cuatro ríos. Su origen se remonta al siglo XVI con la construcción de una fortaleza para frenar la amenaza turca. En el interior de la muralla renacentista, de época austriaca, se conserva un conjunto arquitectónico de estilo barroco. Es una perfecta planta de estrella de seis puntas. Tiene fosos, bastiones y un trazado ortogonal que recuerda una ciudad italiana.
Hoy en día es una ciudad importante con un tejido industrial considerable así como un gran nudo de comunicaciones. Aquí se fabrica la más famosa cerveza croata, la Karlovacko.
Por su situación fue una ciudad muy castigada en la reciente guerra y aun se pueden apreciar en bastantes edificios los impactos de las balas. Las casas de campo que se vieron afectadas por la guerra recibieron una indemnización escueta que solo cubría las ventanas, la puerta y los ladrillos para rehacer las paredes. Por eso se ven tantas casas sin terminar de cubrir las fachadas.
Pasamos por Turanjm, en un lateral de la carretera, donde irá un Museo de la Guerra de 1991-1995. Hoy en día se pueden observar carros de combate, cañones, aviones y otros armamentos y vehículos utilizados en la guerra. A su lado hay dos edificios medio derruidos por los bombardeos.
Hacemos una parada técnica en un sitio donde en el exterior están haciendo un cochinillo a la brasa dando vueltas. Por lo visto es lo típico de la zona, también el cordero, porque vemos otros restaurantes que hacen lo mismo.
Paramos en un lugar precioso. Se llama Rastoke. Es un pequeño pueblo situado en la encrucijada de dos ríos , el Korana que se une aquí con su afluente el Slunjcica. Por la  característica morfológica del suelo, haciendo un prodigioso juego la naturaleza, se forman cascadas, arroyos, rápidos y pequeños estanques que provocan un constante sonido del fragor del agua,  nubes de agua pulverizada, con unas aguas transparentes  con reflejos azul-verde.

Aprovechando la fuerza del agua hay muchos molinos de maíz que se construyeron  hace 300 años, sacándole partido a los acantilados de las rocas y las pequeñas isletas. Mediante pasarelas de madera se fueron uniendo los molinos de grano, el batán para el lino y  otros mecanismos  de aprovechamiento del agua para actividades mecánicas , formando  una comunidad muy bella, repleta de casas de madera y encantadores rincones. Ahora es un centro turístico con muchas actividades relacionadas con el agua.
Paramos a comer en el restaurante Degenija y cómo llegamos pronto tenemos que esperar un poco, dando un paseo por los alrededores. Comemos bien y nos dirigimos al cercano Parque Nacional Plitvicka Jezera. Fue declarado como tal en 1949 y en 1979 fue proclamado Patrimonio Natural de la Humanidad  por la Unesco.
Tiene una superficie total de casi 30.000 hectáreas, de las cuales 26.000 están cubiertas de bosque, 217 Ha de agua y 3.530 Ha de pastos y praderas.
En total son 8 Km. de recorrido por un valle poblado de bosques donde la hidrografía ha conformado un paisaje cárstico formando 16 lagos , habiendo un desnivel de 134 m entre unos y otros. Todos ellos están unidos por cascadas.
Estas formaciones se deben a las variaciones de la piedra toba calcárea, roca caliza porosa formada por la sedimentación del carbonato cálcico. Este fenómeno es un proceso biodinámico en constante evolución, donde el agua tiene un gran protagonismo.
Hay dos tipos de lagos: los superiores y los inferiores.

Entramos y nos paramos en el plano general del parque. Desde allí ya se oye el ruido del agua. Vamos bajando por un sendero empinado y tortuoso hasta llegar al valle donde se van bordeando los lagos inferiores, cruzándolos por pasarelas de troncos que llegan hasta la base de las cascadas. El agua es tan transparente que se ven los peces que pueblan las aguas, muy quietos,  en las orillas o bajo las pasarelas. También encontramos muchos patos.
Tras caminar un buen trecho, llegamos al final del primer recorrido. Es una zona ancha con restaurante y servicios. Nos reponemos y probamos el Apfelstrudel, pastel de origen centro europeo, de hojaldre relleno de manzana, pasas y canela y otro de requesón. De chuparse los dedos.
Enfrente tenemos el embarcadero del lago, donde nos subimos a un barco que nos lleva a la otra parte.  La mayoría nos bajamos y seguimos el segundo recorrido a pie. Vicente y Amparo continúan en el barco que los lleva a la otra orilla, para que vayan saliendo con calma del parque.
Seguimos caminando hacia los lagos superiores por senderos de tierra, de madera y muchas escaleras de madera, cubiertos de bosques, haciendo un túnel de vegetación. Es un recorrido muy bonito, lleno de lagos y cascadas.  Las aguas varían de color según su profundidad, las algas que se forman en el fondo y los reflejos de la vegetación.
Hay árboles caídos en el fondo de los lagos superiores.
Pasamos por el lago dedicado a la cantante de ópera croata Milka Ternina, de la que se cuenta que en una de sus actuaciones la escuchó un industrial suizo, Philippe Suchard, se enamoró de ella y le puso su nombre al chocolate Milka de Suchard. Ella contribuyó en 1897 a la protección del parque.
Llegamos de nuevo al segundo embarcadero y un barco más pequeño nos deja en la otra orilla.
Lo peor es lo que nos falta. Más de doscientos escalones, empinados cuesta arriba, para salir del parque.
Yo llego asfixiada, sin resuello y María también.
Nos reponemos un poco. Vicente y Amparo nos están esperando en la cafetería frente a la entrada 2.
Volvemos al bus  y nos dirigimos a  Opatija. Hacemos una corta parada técnica y llegamos tarde a Opatija. Directamente nos vamos a cenar al buffet del hotel Opatiska Cvijeta. Hace mucho calor.
Al acabar de cenar vamos caminando hacia nuestro hotel Milenj San Jakov, cruzando un parque muy bonito, donde se encuentra la Villa Angiolina de 1844, construida por Iginio Scarpa de Rijeka para el recreo de su esposa. Es el primer edificio que inició el turismo en la ciudad. A raíz de entonces se comenzaron a construir villas como lugar de veraneo favorito para la nobleza austro-húngara y resto de Europa. Hasta los reyes se construían villas para su familia y otras para sus amantes.
Seguimos  por un camino al borde del mar frente al Hotel Kvarner, nombre de la  bahía, el más antiguo de la ciudad. Es precioso, pero no le pueden dar más de tres estrellas porque las habitaciones son pequeñas y no se pueden ampliar. Está al borde mismo del paseo, con piscina y sobre el mar.
Recogemos las maletas y tras el reparto de llaves nos vamos a dormir.

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Domingo 16 de Septiembre de 2012. (Istria) Opatija-Pula-Rovinj-Porec-Opatija.

 
 

Galeria de fotos de la Istria

Istria, Croacia
 


Salimos hacia la Península de Istría, que tiene forma triangular. El paisaje es muy mediterráneo con muchos olivos y vides. Se están plantando campos nuevos antes de la entrada de Croacia en la Comunidad Europea. Un producto típico de Istría es la trufa blanca, que alcanza precios desorbitados en el mercado. Lo malo es que, a pesar de que es oriunda de aquí, la comercializan los italianos. También hay trufa negra, que es mucho más barata.
Llegamos a Pula que es la mayor ciudad y centro comercial  e industrial con astilleros de la península, aunque no es su capital.
Se le reconoce una antigüedad de 3.000 años en un dístico de Calímaco, que reconoce la presencia de los ilirios, quienes levantaron un castillo. Tras ellos llegaron los romanos siendo una época de esplendor. También pasaron por estas tierras los bizantinos y los francos. En el siglo XII quedó bajo el dominio de los venecianos. A mediados del siglo XVII estuvo a punto de desaparecer por las epidemias de malaria y peste, quedando de 5000 habitantes solo 500. Sobrevivió gracias a las migraciones planificadas por Venecia de eslavos, albaneses y griegos.
A partir de 1856 se convirtió en el principal puerto de la armada austro-húngara, llegando a tener en 1910  más de 40.000 habitantes.
Lo primero que visitamos es el anfiteatro  romano de Pula. Se construyó en la época de Vespasiano, en el siglo I d.C. para celebrar combates de gladiadores. Se aprovechó la ligera pendiente de una colina fuera de las murallas de la ciudad. Está construido con piedra blanca de Istría, de forma elíptica y la arena mide 100 m x 130 m. Por fuera se conserva muy bien con dos hileras superpuestas de arcadas con 72 arcos cada una.  Sobre la parte superior hay unos huecos cuadrados y sobre ellos una aberturas en las que colocaban palos que sujetaban lonas semejantes a velas de barcos para cubrir las localidades. De esto se encargaban los marineros retirados.
Hay cuatro torres que alojaban las escaleras de madera que servían para acceder  a la parte superior, donde había una pasarela de madera en la que se colocaban los espectadores más pobres. Se piensa que en las torres había pozos de agua. Por la parte del remate superior del anfiteatro había un canal que recogía las aguas de lluvia que la canalizaban por una tubería exterior, por la fachada.
Tenía un aforo de 20.000 espectadores
La mayor parte de las gradas ya nos existen, porque en la época veneciana se utilizaron las piedras para construir las casas en la ciudad.
Entramos en la parte subterránea de la arena, que ahora se utiliza como exposición permanente del cultivo de la vid y el olivo de la Península con un montón de ánforas que se encontraron en lo que se supone era un almacén de las mismas.
A la salida Vicente se queda descansando en un parque cercano. El resto seguimos hacia el casco antiguo. La primera parada es frente a la Puerta Gemina del siglo II, de dos arcos, parte de la muralla romana. A poca distancia se encuentra la Puerta de Hércules con su cabeza y garrote esculpido en la parte superior. La particularidad es que tiene una forma oblicua. Enfrente encontramos un edificio que se construyó especialmente para que, si visitaba Pula Mussolini se hospedara aquí, con un balcón para que pudiera dar sus arengas. Nunca lo habitó.
Seguimos y  pasamos por el Arco de los Sergios, levantado a finales del siglo I a.C. para tres miembros de la misma familia. Tiene una decoración muy bonita con unas columnas corintias. Lo más curioso es la inscripción que hay en la parte de arriba donde dice que este arco ha sido construido por la dama Flavia con su propio peculio.
Andamos por una calle repleta de tiendas y entrando por una de ellas encontramos un mosaico con la representación del castigo de Circe, del siglo III, muy bien conservado. Tiene unas dimensiones de 12 m x 6 m. Fue descubierto tras la 2ª Guerra Mundial, cuando comenzaron a reconstruir la ciudad.
Llegamos al Foro, una gran plaza muy bonita en la que destaca el Templo de Roma y Augusto, construido entre el siglo II a.C. y el año 14 d.C. En época bizantina fue una iglesia y los venecianos lo convirtieron en un granero y almacén. Después de la 2ª Guerra Mundial se reconstruyó y se utilizó como archivo. Hoy en día es una sala de exposiciones con esculturas romanas.
A su lado se encuentra el Ayuntamiento. Fue construido en 1296 utilizando parte de las paredes del Templo de Diana, donde en la parte posterior se pueden ver las columnas del mismo. Sufrió modificaciones y en 1653 se reconstruyó. Tiene soportales decorados.
Hacemos una parada para tomar algo en la plaza y si alguien quiere dar un paseo por la tiendecitas que hemos pasada antes.

Más adelante está la Catedral de la Virgen María. La planta es del siglo V. Cada fachada es de una época. El baptisterio se encuentra separado de la Iglesia para que los no bautizados lo hicieran antes de entrar en el templo.
En su interior se observa que una de las columnas es de factura romana y el órgano está justo detrás del altar mayor.
Volvemos al parque y recogemos a Vicente. Subimos al bus y nos dirigimos a Rovinj para comer.
Es un pueblo precioso que antiguamente se encontraba en una isla hasta que en 1763 quedó unido por un puente y se anegó el canal de separación.
Está situado sobre dos colinas, la más alta es la de Santa Eufemia en la parte que era isla.
Al llegar encontramos una gran animación en el puerto. El paseo está plagado de tenderetes y tiendas para los turistas. Hoy es domingo y además es la festividad de la Patrona de la ciudad, Santa Eufemia.
Nuestra sorpresa es que al llegar nos encontramos con dos cruceros emblemáticos: el Club Med 2 y el más impactante, el velero de 5 palos Royal Clipper, que a nosotros nos trae grandes recuerdos por haber hecho el viaje de nuestra vida en otro velero similar de la misma compañía por la Polinesia.
Vamos directamente a comer atravesando un mercado de frutas, verduras y productos típicos comestibles de Istría. Todo tiene un aspecto apetecible. Las callecitas son estrechas y repletas de gente.
Comemos en el restaurante Bacin a base de pescado. Todo está muy bueno.
Tras la comida tenemos tiempo libre y los señores se van a una terraza del puerto a tomar café y grapa y nosotros nos vamos con Maja a visitar el pueblo, que es precioso.
Atravesamos el Arco de los Balbi, antigua puerta de entrada, levantada en 1679, decorada con  el león de San Marcos veneciano y a los lados los escudos de la familia Balbi.
Rovinj fue en origen un asentamiento romano en los siglos III y IV. Pero su época de esplendor se debe al dominio veneciano desde 1283 hasta 1797. Fundamentalmente es un puerto pesquero con actividades relacionadas con la pesca y las conservas de pescado, aunque también hay una importante fábrica de cigarrillos y turismo playero y de crucero.
Subimos por una empinada calle, la principal, con un suelo empedrado muy resbaladizo ya que las piedras están muy pulidas por el uso.
Es un vericueto de callejuelas, escaleras, tiendas, rincones, restaurantes, que le confieren un ambiente muy agradable y bello. Nos paramos en un montón de tiendecitas y compramos alguna cosa.
Llegamos hasta la cima de la colina, donde está la Iglesia de Santa Eufemia, patrona de la ciudad. Tiene un altísimo campanario de 60 metros coronado por una estatua de bronce de la santa. Es de estilo lombardo, de 1654-1680, inspirado en los campanarios venecianos.
Tiene unos altares de mármol absolutamente barrocos del siglo XVIII y recargados de estatuas. Detrás del de la derecha se encuentra la tumba de la santa, que solo se abre el día de su fiesta, que es hoy y hay mucha gente rezando. En las paredes hay unos frescos que relatan el martirio de la santa.
Desde la colina hay una vista extraordinaria. Vamos bajando por calles que a su vez tienen en un lateral escaleras estrechas que llevan directamente al mar.
Recogemos a los chicos en la plaza del puerto y volvemos al bus, camino de Porec.
Es una localidad costera muy bonita situada en una península, con orígenes romanos  desde el siglo II a.C. Aun se conserva el diseño octogonal romano. Tras la caída del Imperio Romano por aquí estuvieron los godos, los bizantinos y longobardos. Por último se adhirió a Venecia hasta 1797. Pasó después a estar bajo el control de Austria.
Caminamos  hacia el casco antiguo  desde el puerto,  llegando al Cardo Máximo, la calle principal de la ciudad romana. Quedan todavía dos torres de la muralla veneciana del siglo XV, una circular y otra pentagonal de la que salía un puente, 1º de madera y luego de piedra, para acceder a la ciudad. Aun hoy se aprecia una elevación de la calle por donde iba el puente.
La calle que sigue el trazado del Decumanus está bordeada de casas venecianas, góticas, barrocas, con bellos balcones y portadas de piedra.
Llegamos a la Plaza Marafor, que se correspondía con el foro romano, donde aun hay restos del pavimento original. La rodean casas góticas y en una esquina una casa románica con escalinata exterior y galería de madera en la parte superior.
Llegamos a la Basílica Eufrasiana. Aquí nos surge un dilema. Es una preciosidad pero la visita es larga  y eso nos dejaría sin tiempo en Opatija. Decidimos volvernos al bus para disfrutar de la noche en Opatija.
Maja nos explica que es un ejemplo del arte bizantino cuyo origen es del siglo V. Se construyó sobre la casa de San Mauro, primer obispo de Porec, martirizado en tiempos del emperador romano Valeriano en el siglo III. También hay un oratorio del siglo IV. El conjunto se restauró en los siglos XIX y XX., declarándola en 1997 la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Lo más valioso es el ábside central con un pavimento de mármol taraceado del siglo XIII, un friso de incrustaciones de alabastro, mármol rojo, esmaltes amarillos y azules y una banda de incrustaciones de piedras duras, perlas y esmaltes. En el ábside relucen los mosaicos del siglo VI sobre fondo de oro, representando escenas de la Virgen con los santos y ángeles , de Cristo y los apóstoles y otras.   
El Palacio Episcopal y el Baptisterio de forma octogonal, son ambos del siglo VI.
Por el camino de regreso al bus nos comemos todos un helado.
Llegamos a Opatija pasadas las 7 y algunos nos vamos a dar una vuelta por el paseo al borde del mar para ver el ocaso del sol.
Parece cualquier lugar de la costa azul francesa. La particularidad es que no hay playa de arena. A lo largo del paseo han construido muchos espigones circulares con una salida al mar pequeña, para semejar piscinas de agua de mar, con escaleras para acceder al agua. A su alrededor hay kioscos de bebidas y comida, tumbonas, sombrillas, mesas y sillas, tal como en una instalación playera.
Hay rincones muy bonitos con pequeñísimos puertos.
Volvemos al hotel, preparamos las maletas, descansamos y nos vamos al otro hotel a cenar.

 
 
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Lunes 17 de Septiembre de 2012. Opatija-Zadar.

 
 

Galeria de fotos de la Zona

 

Ha amanecido un día precioso. Bajamos las maletas, desayunamos y aprovechamos la bonita luz para dar un paseo y hacer fotos.
Vamos bordeando la costa y dejamos atrás Rijeka, la tercera ciudad más grande de Croacia. Es donde vive Maja y nos cuenta características de su ciudad. Está volcada al mar, con una economía basada en el gran puerto, con un tráfico marítimo importante a Dalmacia, Grecia y Turquía e Italia. Hay unos astilleros,  una gran  refinería y una de las mejores fábricas de papel de fumar que hay en el mercado.         
Nos topamos con la estrecha y profunda Bahía de Bakar. En la Edad Media era considerado uno de los puertos pesqueros más importantes de la zona. A partir del siglo XV pasaría a poder de la familia Frankopani que lo conservaría hasta 1778. En 1918 fue testigo del desembarco de tres embarcaciones , burlando a la potente marina militar austríaca. En una de ellas iba Gabriele d’Annunzio, poeta, escritor, militar y político, ideólogo de Mussolini, pero que no comulgó con su trayectoria.    
Conserva su perfil medieval, con calles empinadas y un castillo rehabilitado.
Eran celebres sus viñedos, cultivados en terrazas, pero ya no queda nada, sólo las refinerías e industrias papeleras.
Antes de abandonar la costa hacemos una parada técnica y le traen a Maja a su hijo Adam, un rubio precioso de tres años.
Cruzamos las montañas hasta volver al mar otra vez. Vamos por la autopista que hoy está abierta. Hay un viento del norte que se llama “Bora” que cuando sopla lo barre todo. Las ráfagas son a veces de más de 200 Km/h y arrastra todo lo que encuentra en su camino. Es como un ciclón estacional del Mar Mediterráneo que fundamentalmente sopla con más fuerza en invierno. Entonces tienen que cerrar la autopista, que en muchos lugares tiene unas protecciones contra el viento y los lugareños tienen que dar una vuelta monumental. Las islas que están en su trayectoria y reciben sus vientos tienen la parte norte completamente pelada, sin vegetación.
Hacemos otra paradita muy corta y enseguida llegamos a Zadar. El bus nos deja frente al puerto y entramos en el casco antiguo andando, ya que es peatonal.
Sus primeros pobladores fueron los ilirios que le dieron el nombre de Idassa. Los romanos la nombraban como Jadera. Después fue capital bizantina. Venecia y Hungría se disputaron la ciudad hasta que a principios del siglo XV ya se convirtió en capital de los dominios venecianos en Dalmacia. A partir de 1797 quedó anexionada a Austria, con un corto periodo de dominación napoleónica de 1805-1813. Volvió a poder de los Habsburgo hasta 1918. Desde 1920 quedó bajo el dominio de Italia. En la 2ª Guerra Mundial sufrió grandes daños  la ciudad y hubo un gran éxodo de los italianos. En 1947 pasó a ser parte de la soberanía yugoslava.
Nos sentamos en el Restaurante Zadar Jadera que está en una plaza detrás de la Iglesia de San Crisógono, que formaba parte de una abadía benedictina. Su construcción es del siglo VI aunque fue reconstruida en el siglo X. La parte exterior del ábside está bellamente decorada. Ahora mismo la están restaurando.
Después de comer viene la guía local, Ana y comenzamos el recorrido. Pasamos por una plaza que es un mercado y en la esquina hay una pequeña iglesia, dedicada a sala de exposiciones. Giramos y llegamos a la Plaza Narodni, centro de la ciudad, de estilo veneciano. En un lado está el Ayuntamiento construido en 1936 siguiendo los cánones del novecento italiano. Junto a la Logia de la Guardia, obra de 1562, atribuido a Girolamo, se alza la Torre del Reloj que se añadió en 1798. Los dos ojos que hay en la pared baja eran para los cañones. Enfrente está la Logia de la Ciudad de 1565, como sede del tribunal de Justicia. Ahora es un sala de exposiciones de arte croata.
En esta plaza hay bares y suele haber música todos los días al anochecer.
Por la calle podemos observar palacios venecianos. Desembocamos en la Plaza de San Simeón con la Iglesia del santo, que fue construida en el siglo XII para albergar la urna de las reliquias. Se ha reconstruido varias veces. Está cerrada y no podemos entrar.
En un lado de la Plaza Petra Zoranica se encuentra una columna romana, de estilo corintio, que procede del Foro y la instalaron aquí en 1769. En esta plaza, excavando, han encontrado restos romanos, un altar y los restos de una puerta de tres arcos.
Un poco más arriba hay una puerta de un edificio, el Bastión Grimani, aun no restaurado que le trae malos recuerdos a la guía. Sirvió de refugio durante la guerra de hace 20 años. Cuenta que entraban allí y pasaban varios días. Si alguien trataba de salir lo mataban. Zadar fue un punto caliente siendo bombardeada, destruyendo grandes zonas.
En la Plaza Pet Bunara  (plaza de los cinco pozos) podemos ver cinco pozos octogonales que se construyeron para resistir el asedio a la ciudad y sacar el agua de la cisterna construida en 1574. A un lado está la Kapelanska kula (torre del capitán), de forma pentagonal, vestigio de la antigua muralla, donde había una compañía que tenía como misión salvaguardar los pozos y probar el agua a diario para comprobar que no había sido envenenada.
Subimos a un parque desde el que se divisa la Kopnena Vrata (puerta de tierra firme),
Entrada monumental de la ciudad, con tres arcos dóricos de 1543. En el arco central se puede observar un relieve de San Crisógono a caballo, acompañado por el león de Venecia, con un libro abierto en las manos, como símbolo de que era una ciudad en paz. Delante hay un pequeño puerto de 1875 y enfrente una ciudadela de 1574.
Bajamos y recorremos el casco antiguo en que la calle principal está plagada de joyerías, con palacios  e iglesias en las calles laterales hasta llegar a una explanada donde está la Iglesia de Santa María. Una aristócrata croata fundó el convento de Santa María en 1066. Tiene una fachada veneciano-renacentista y rematada por una cúpula. Primero fue de una orden y luego cambió pero permaneció la clausura. Guardaron  una gran colección de arte sacro que ahora está expuesta en un convento que hay a la izquierda de la Iglesia con una exposición permanente de arte sacro de Zadar.
Frente a ella está la Iglesia de San Donato, de arquitectura bizantina. Se supone que fue construida en el siglo IX, sobre el adoquinado del Foro romano. Lo más peculiar es que su planta es circular, con tres ábsides semicirculares adosados entre sí. En el interior hay 6 pilastras que sujetan la cúpula de 27 metros de altura y los dos pisos que lo conforman. Ahora no se celebra ningún culto. Se utiliza como sala de conciertos por su excepcional acústica.
Al lado se encuentra la Plaza de las Hierbas donde se han descubierto en las excavaciones restos de edificios romanos, termas y otras casas cuyos restos se encuentran expuestos alrededor de la plaza como un museo arqueológico al aire libre.
Vicente se queda sentado en el parque y a la vuelta del grupo nos da la noticia bomba de que Esperanza Aguirre ha dimitido.
Nos acercamos al muelle para ver las islas que están frente a Zadar. Ana nos cuenta que hay dos islas pequeñas cubiertas de pastos. Los ganaderos dejaban al ganado de ovejas y cabras solo hasta que se acababa la hierba y entonces iban con barcas a trasladarlas a la otra isla, a muy corta la distancia. Con el tiempo se dieron cuenta de que el ganado se pasaba solo a la otra isla en busca de su comida.
En medio de una plaza hay una columna del Foro que en 1840 se utilizó como picota, es decir, se encadenaba en ella a aquellos ciudadanos que habían cometido faltas. Como era el centro del foro, todo el mundo pasaba por allí y era un escarnio el encontrarlos encadenados. Frente a ella se encuentran los restos de un altar de sacrificios.
Al entrar en la calle hay una pequeña iglesia ortodoxa de San Elias, la única que hay en la ciudad y gracias a su existencia se salvó esta parte de la ciudad de los bombardeos en la reciente Guerra por ser de esta religión los bosnios.
Llegamos a la Plaza Sv. Stosije, donde se encuentra el primer Seminario de principios del siglo XVIII , el Seminario Nuevo y la Catedral del siglo IX, reconstruida totalmente entre los siglos XII y XIII. Su factura es románica italiana, su fachada recuerda a Pisa, con arcos ciegos y dos rosetones, uno románico y otro gótico. Está cerrada pero a través de los cristales de la puerta nos asomamos y nos hacemos una idea de su interior.
Nos recoge Maja y nos despedimos de Ana, súper simpática y con una historia personal dura a causa de la guerra.
Vamos al hotel Bastion. Las maletas ya las han llevado, nos reparte las llaves y nos vamos a descansar un poco. Algo más tarde nos volvemos a reunir para disfrutar de la puesta de sol en el muelle del Adriático, con la música de  fondo del Órgano de agua que se inauguró en 2005. El arquitecto fue Nikola Basic, al que le dieron el premio europeo de un área pública celebrado en Barcelona en 2006.
En el muelle cercano al de los cruceros al borde del agua hay unos escalones que miden 75 metros de longitud y que cada 1,5 metros hay un tubo horizontal conectado con otros verticales. Cada uno de ellos lleva unas válvulas afinadas como un silbido de flauta, que con el permanente ir y venir del agua y dependiendo de la fuerza y velocidad de las olas,  empujan el aire contenido en los tubos, generando una serie de sonidos. La armonía es aleatoria. Se pueden escuchar 7 acordes y 5 tonos, que combinados hacen un sonido que a veces se parece al que generan las ballenas jorobadas, que con bastante frecuencia aparecen en el canal de Zadar para aparearse.
Luego nos acercamos al muelle donde está atracado el Velero “Royal Clipper”. Es precioso.
Volvemos al hotel y unos cuantos nos quedamos en la bonita terraza del hotel a tomar una copita (Marisa, Amparo, Maruja, Vicente y yo). Nos tiramos todos por algo alcohólico, probando Marisa el licor de ”Marrasquino”. Es un licor incoloro y dulce. Se fabrica con la variedad de cerezas marasca y en el proceso se le añade azúcar, almendras y miel. Se madura el destilado por lo menos dos años en toneles de fresno que no dejan color. Luego se le añade el azúcar después de diluirlo.
La receta original es de unos monjes del monasterio dominico de Zadar a principios del siglo XVI. Se le atribuía efectos medicinales. A partir del siglo XVIII se convirtió en la bebida favorita de las cortes europeas. A Napoleón le entusiasmaba.
La 1ª destilería industrial se creó en 1759 por Francesco Drioli. Pero a partir de 1821 Girolamo Luxardo abrió una gran destilería en Zadar. La 2ª Guerra Mundial la destruyó por entero y un sobreviviente de la familia la volvió a montar pero en Italia, cerca de Padua. La destilería que hay ahora en Zadar se reconstruyó con el nombre de Maraska.
 Aure, Tere y Merche juegan unas partidas de cartas. Ben y Mila se van a dar una vuelta junto con Mari Carmen y Ramón y María.
Los chicos de Algemesí buscan una terracita para tomarse un cubata.
A la hora de la cena entramos al restaurante del hotel. Es una cena estupenda, en un marco muy bonito y muy bien servida. El postre encanta a todo el mundo, un soufflé relleno de chocolate caliente.
Volvemos a salir a pasear hasta el muelle de cruceros donde está instalado el “Saludo al Sol” . Es una instalación de 300 placas fotovoltaicas de 22 metros de diámetro,  protegidas por un cristal de seguridad , que generan electricidad como una central y a su vez alimentan el juego de luces nocturno.
Hay 8 círculos de luz iluminados por diodos led, representando a los 8 planetas del sistema solar y sus órbitas. En el borde exterior metálico están representados los santos de Zadar y sus fechas de celebración, los titulares de las iglesias actuales y antiguas de la península de Zadar, así como la declinación del sol, la altura del sol y las horas de luz en cada punto. Caminamos por encima del círculo, bailando y haciendo coreografías, como Marisa que se sentía John Travolta. Es muy bonito. Como no hay gente nos acercamos de nuevo a escuchar el órgano de agua y a grabar su sonido.
De vuelta al hotel escuchamos música y nos acercamos a averiguar que era. En un campo de deporte entre edificios están celebrando un partido de fútbol.
Después de un día tan ajetreado, nos vamos a dormir.

 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Video de la zona

Puesta de Sol en Zadar, Croatia

 
 
 
 
     

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Martes 18 de Septiembre de 2012. Zadar-Sibenic-Split.

 

Galeria de fotos de la zona

 

Salimos hacia Sibenik. Estando ya cerca paramos en un mirador espectacular desde el que se divisa donde se juntan el rio Krka y el mar, en una ría profunda y estrecha, plagada de mejilloneras y ostreras. El proceso de formación del relieve de este rio es similar al de Plitvice. El suelo es calcáreo y el rio fluye por un cañón estrecho, formando lagos comunicados por cascadas y rápidos. En 1985 se creó como Parque Nacional.
Llegamos a Sibenik, de cuya existencia ya se le nombraba en 1066. Durante un tiempo se la disputaban Hungría y Venecia hasta quedar bajo el dominio veneciano desde  1412 hasta 1797. Tras un corto período de tiempo de dominio francés, perteneció hasta 1918 en poder de Austria. Después de la 2ª Guerra Mundial registró una gran expansión, merced a la ampliación del puerto, comunicado con el mar por el Canal de San Antonio y la creación de industrias.
Nos deja el bus delante del puerto y caminamos hacia el casco antiguo donde nos espera la guía local “Campanilla”. Amparo y Vicente se quedan con Maja y ya nos encontraremos en la Catedral.
Lo primero que nos cuenta es la historia de Nikola Tesla, descubridor de la corriente alterna, que  gracias a su invento, Ante Supuk, inventor, ingeniero y alcalde de la ciudad entonces puso en marcha la central hidroeléctrica en el rio Krka proporcionándole luz eléctrica a esta ciudad, siendo la primera europea que tuvo alumbrado público eléctrico y la 2ª del mundo, por muy pocos días de diferencia.
Hay cuatro fortalezas que rodean la ciudad, de origen veneciano del siglo XVI y la defendían contra los turcos. La fortaleza de Santa Ana, de origen medieval está sobre una colina . La fortaleza de Subicevac protegía la entrada de la ciudad por tierra. La fortaleza de San Juan vigilaba el mar desde una altura de 125 m. y la fortaleza de San Nicolás protegía la estrecha entrada del Canal de San Antonio.
Antes de entrar en el recinto antiguo encontramos la única iglesia ortodoxa, la Uspenie Bogomatere.
Las calles del casco antiguo son estrechas y sinuosas con bellas casas venecianas. Algunas adornaban sus fachadas con elementos arquitectónicos para dar sensación de señorío.
En las casas la cocina estaba en el piso de arriba, por si había un incendio poder abandonar la casa sin dificultades.
Pasamos frente a la Iglesia de San Juan, del siglo XV, rehabilitada en sucesivas ocasiones. Su característica es la escalera exterior que sube al coro, adornada con relieves y una estatua de un león sentado en su principio. Otra particularidad es la ventana renacentista en la parte inferior del campanario.
Llegamos a la Plaza de la República Croata donde destaca por encima de todo la Catedral de San Jakov (Santiago). Allí nos están esperando Maja, Amparo y Vicente. Entran con nosotros a ver la catedral.
Se tardó más de 100 años en construirla por eso tiene elementos góticos y renacentistas. Es una obra maestra de la arquitectura italiana en Dalmacia.
Comenzó en 1431 a construirla Francesco di Giacomo y la acabó  Nikola Firentinac en 1536, habiendo participado entremedio Juraj Dalmatinac. No se consagró hasta 1555. Es de piedra blanca y fue proclamada en el año 2000  Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En su parte exterior hay una cornisa de Giorgio Orsini adornada con 67 cabezas de personajes diferentes. En este lado está la puerta de los leones, procedentes de otra construcción con las estatuas de Adán y Eva, obra de Bonino de Milano.
En su interior destacan las tres naves con el sarcófago del Obispo Sizgovic. Los altares son barrocos. El presbiterio es de Niccola Fiorentino que hizo la sillería de mármol del coro y los púlpitos. La cúpula está construida sin argamasa, con las piedras encajadas como en un lego. Durante la guerra fue dañada y tuvieron grandes dificultades para reconstruirla, pues no se conocía con exactitud el método utilizado en su construcción.
El baptisterio se encuentra bajo el ábside en el que destaca la pila bautismal de piedra roja que tiene una base con tres amorcillos que la sustentan. Llama la atención el techo abovedado profusamente decorado.
Tenemos un poco de tiempo libre y nos vamos a ver tiendas y a hacer “shopping”.
Todas encontramos lo que buscamos. Amparo los pendientes que eran un encargo. Los encontró Maruja. Marisa también se compró los pendientes que había visto en Rovinj y que tuve la suerte de verlos yo. Maria se vino cargada de cosas y hasta yo me compré unos pendientes de bolas, como los botones del traje popular masculino. Mila también encontró cosas bonitas así como Tere. Vicente me había comprado una casita típica, que sabe que me encantan. Ya me había comprado otras en Zadar y en Zagreb.
Comemos en el Restaurante Gradska Vijecnica fenomenal y de manera contundente. Todo estaba muy bueno y abundante. El menú comenzaba con  el queso blanco típico de aquí así como jamón y ensalada variada, luego una carne guisada con verduras, buenísima y tierna, acompañado de patatas panadera y rissotto de carne, también muy rico. Hasta el postre era apetitoso y bien presentado.
Aun hacen las últimas compras al lado del restaurante y salimos en dirección a Split.
Cerca de Split pasamos por los restos de Salona, antigua ciudad que se supone fue fundada en el siglo IV a.C. por los ilirios. En su día fue un enclave comercial para los comerciantes de Grecia y Siracusa. Fue posteriormente conquistada por los romanos, siendo su época de esplendor con Diocleciano (284-305).  Con la división del Imperio se convirtió en un nudo de comunicaciones entre Oriente y Occidente. Su población creció hasta 60.000 habitantes. Fue cristiana a pesar de las persecuciones. Los eslavos la destruyeron en el año 615.
Justo a la entrada de Split vemos a la izquierda un acueducto que mide 9 Km. que llega desde Salona y  todavía funciona.
Split fue fundada por los griegos entre los siglos IV y III a.C., siendo un pequeño pueblo, Aspalathos, dependiente de la fuerte Salona. En el año 293 el emperador Diocleciano, oriundo de Salona decidió construir en el actual Split una majestuosa residencia en la que pasó sus últimos años después de abdicar. Tras su muerte en el año 313 el palacio sufrió un largo periodo de desidia y abandono. A raíz de la destrucción de Salona, las tropas militares se refugiaron en el palacio logrando contener el avance de los invasores. Una vez acabó la guerra la población volvió  y  el recinto del palacio se convirtió en una verdadera ciudad. Como en otras localidades pasó a ser bizantina, veneciana, austro-húngara, francesa y por fin yugoslava, italiana y después de la 2ª Guerra Mundial se incorporó a la  República Federal de Croacia. Hoy es la 2ª ciudad de Croacia, con más de 300.000 habitantes.
Llegamos al Hotel Bellevue y nos da un pasme. Es bonito por fuera y está en un sitio privilegiado pero por dentro es horrible, viejo de 1976, sin restaurar y destartalado. Para llegar al ascensor hay que subir bastantes escalones con las maletas. La recepción está en el primer piso y las puertas de la calle están abiertas de par en par, sin ningún tipo de control. El ascensor es muy pequeño, está muy sucio y de tecnología súper antigua. La sorpresa mayor es cuando entramos en las habitaciones. Los suelos son de moqueta muy sucia y manchada, la mayoría de las persianas no funcionan, las camas no están hechas. Solo está puesta la sábana de abajo  y la funda de la almohada.  Encima de la cama han dejado una sábana que es muy estrecha y una manta. El “aire acondicionado” es un ventilador que al ponerlo en marcha se cae. Muchas cortinas están rotas y descolgadas de los rieles. Las lámparas no tienen más que las bombillas y no todas. Las placas del techo aparecen rotas en muchos sitios. En fin un desastre. Además huele a humedad rancia que te tira para atrás.
Para ventilarnos salimos con Maja hacia el Palacio de Diocleciano.  Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. Hay un montón de gente deambulando por sus calles, tan especiales, con rincones curiosos y bonitos.
Durante el paseo se intenta contactar con la agencia de Valencia para explicar las características nefastas del hotel.
A la salida del palacio deambulamos por la avenida al borde del mar, repleta de mesas, sombrillas y puestos de suvenires. Vemos escaparates y nos tomamos un refresco.
Cenamos fatal en la terraza del hotel y volvemos a salir al Palacio de Diocleciano para ver el ambiente que hay de noche iluminado.
De camino tomamos un helado y vemos los escaparates de muchas joyerías. En el paseo hay dos tablados montados. En el más cercano al hotel se está desarrollando un concierto de música moderna desde las 6 de la tarde para protestar por la piratería y más adelante hay otro en que se desarrollan bailes populares de varios sitios de Croacia.
Volvemos tarde al hotel y no podemos dormir hasta pasadas las 12, porque están los altavoces casi debajo de nuestras ventanas y hasta que no acaba el concierto, no hay silencio.

     

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Miércoles 19 de Septiembre de 2012. Split-Trogir.

 
 

Galeria de fotos de la zona

 

Hoy salimos a las 10 de la mañana, tras un desayuno flojito.
Viene la guía local, Georgia, y lo primero que nos explica es el porqué del mal olor que se nota alrededor del hotel. En la calle de al lado hay un manantial sulfuroso sobre el que hay un centro termal.
Nos dirigimos al Palacio de Diocleciano  entrando por la puerta de Hierro y lo primero que observamos es la fachada sobre la que se apoyan otras construcciones.
El palacio tiene una forma rectangular con unas dimensiones de norte a sur 181 metros de lado y de este a oeste 215 metros. Los muros permanecen casi intactos y alcanzan en algunos puntos 28 metros de altura y 2 metros de espesor. Hay cuatro puertas de acceso: la Aurea, la de Plata, la de Bronce y la de Hierro.
El recinto estaba dividido en cuatro zonas: las dos de atrás destinadas  a la servidumbre y las milicias y las dos del frente eran el propio palacio, es decir, la residencia de Diocleciano y la zona religiosa. En su momento vivían más de 10.000 habitantes dentro de los muros.
Pasamos por la calle repleta de puestos de suvenires, directamente a los subterráneos.
Los subterráneos están vacios y no se conoce realmente para que se hicieron y a que se dedicaban. Pero ahora nos dejan ver la estructura superior del palacio, ya que esa parte superior fue cambiada  tras ser habitado en diferentes épocas, transformando su estructura original. A la entrada hay como un pozo que nos marca el nivel del agua del mar, el nivel freático del palacio. Hoy en día se conservan en perfecto estado ya que los llenaron de escombros al hacer remodelaciones en la parte superior cuando otros pueblos lo habitaron.
En el centro del palacio destaca el Panteón de Diocleciano, hoy convertido en la Catedral de San Doimo. En la plaza hay un peristilo o patio central rodeado de columnas cubiertas por arcos. Una columna es de origen egipcio y también trajeron una esfinge del siglo XV a. C. de granito negro desde Egipto,  que yace allí majestuosa. La Catedral se construyó como panteón del emperador pero en el siglo VII, cuando el obispo de Split exhumó los restos mortales del emperador para poner los del santo patrón, fue declarada catedral.
Tiene una forma octogonal. Lo único que se le añadió fue el coro. Antiguamente el techo estaba sustentado por columnas corintias, de las que hoy se conservan 24 que no sustentan nada. Está construida de piedra blanca y mármoles de la isla de Brac.
La portada de la catedral tiene unas puertas de madera de 1214, tallada con 28 escenas de la vida de Jesús. Al lado está el campanario de estilo románico (siglos XIII-XIV).
Frente a la catedral hay una calle muy estrecha que lleva al Baptisterio de San Juan. Es un pequeño edificio de forma rectangular, de estilo corintio, que en la antigüedad fue un templo pagano, probablemente dedicado a Júpiter. Está precedido por una esfinge de basalto negro, una columna paleocristiana y un sarcófago renacentista. En su interior hay una pila bautismal en forma de cruz y la bóveda es de cañón artesonada y con relieves.
Por el lado sur del peristilo pasamos a la residencia del emperador por el Protiro, que tiene a sus lados dos capillitas. El vestíbulo es de planta circular cubierto con una cúpula que daba paso a los aposentos imperiales. Allí nos encontramos un grupo de cantantes a capela, una klapa, cantando la música tradicional.
Seguimos por las instalaciones del palacio, entrando en el recinto del comedor.
Salimos por la Puerta Aurea, frente a la cual está la monumental estatua de bronce del Obispo Nin, principal impulsor de la escritura glagolítica, obra de Ivan Mestrovic.
Llegamos a la Narodni trg, plaza del Pueblo, corazón político y económico de la ciudad. El tiempo y las guerras han borrado su impronta veneciana, pero tiene un gran ambiente con cafés belle epoque. Aquí nos reencontramos con Maja. Volvemos paseando y nos sentamos en una placita para tomar un refresco.
Con el bus nos vamos a comer a un parque al lado del mar, fuera de la ciudad.
El restaurante es el Benedict. Tras comer damos un paseo por el parque al lado del mar. Algunos se mojan los pies en las transparentes aguas.
Al volver al hotel tenemos tiempo libre. Descansamos y después nos vamos a ver la catedral por dentro y el baptisterio. De paso hacemos compras. Vicente me regala un collar de plata muy original por mi santo y cumpleaños.
A las 5 salimos en dirección a Trogir. Nos acompaña la misma guía de la mañana. Por el camino nos cuenta cosas que ya nos había dicho Maja sobre Salona, el acueducto y otros temas.
Trogir es una isla, la de Ciovo, unida al continente por un puente. Es una ciudad amurallada con antecedentes griegos, romanos, bizantinos, venecianos y austro-húngaros. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997.
La entrada es por la puerta de Tierra Firme del siglo VII presidida por la estatua del beato Juan de Orsini, muy venerado ya que en su día logró, secando los pantanos de los alrededores, evitar más epidemias.
Nada más entrar ya vemos palacios  de varios estilos. A lo largo del dédalo de callecitas hay muchos palacios y casas con decoraciones y adornos significativos. Llegamos a la plaza principal Ivana Pavla II, alberga la Catedral  de San Lorenzo. Se comenzó a construir en el siglo XII y se terminó un siglo más tarde, habiendo sido rehabilitada varias veces. La portada derecha es románica de 1123, de una factura impecable realizada por el escultor dálmata Radovan.  Cuenta con dos leones que la custodian, Adán y Eva, como inicio del ser humano y figuras alusivas  a actividades y oficios específicos que se realizan en los doce meses del año. En la parte superior la coronan Escenas Bíblicas, la Crucifixión y la Natividad. Todo ello está entrelazado con una rica ornamentación vegetal.
La portada citada está precedida por un atrio con un fresco en sus paredes y al lado hay un magnífico campanario gótico veneciano que se empezó a construir en el siglo XV. Al lado está la entrada al Baptisterio , obra de Andrea Alessi de 1464, teniendo una decoración parecida la de Sibenik, aunque no tan fina.
En el interior de la catedral destacan el Púlpito, el Baldaquino y sobre todo la Capilla del beato Juan de Orsini, realizada por Alessi y Niccolo Fiorentino entre 1468-1472.
Lo más destacado de esta capilla es la estatua de la Anunciación sobre la puerta por la parte exterior y en su interior encontramos un juego original de perspectivas. La bóveda de cañón está cubierta por un artesonado de piedra con la figura de Dios que parece salir hacia abajo de una luneta en el centro. Hay numerosas imágenes en todas las paredes y sobresale, como originalidad, la decoración de la parte inferior de las paredes. Son como puertas por las que asoma un amorcillo alado que se está escapando. En el centro se encuentra el sarcófago del beato Orsini, de mármol rojo, con dos ángeles barrocos.
Salimos a la plaza y frente a la fachada principal de la catedral se encuentra la Logia Pública. Es de principios del siglo XIV y está sustentada por 6 columnas con capiteles romanos. En la pared del fondo encontramos los relieves de la Justicia, San Lorenzo y San Juan, patrones de la ciudad. El león alado fue destruido y en su lugar hay otro relieve del que fue gobernador, creado por Ivan Mestrovic.
Vicente se queda con Maja mientras nosotros continuamos la visita a la ciudad.
A la izquierda se levanta la Torre del Reloj, realizada en 1447, junto a la Iglesia de San Sebastián, imagen que se puede ver en la fachada, atribuida a Niccolo Fiorentino.
En un lateral de la plaza se halla el Palacio del Ayuntamiento, edificio del siglo XV, rehabilitado posteriormente, que cuenta con un bello patio porticado con una escalera sustentada por columnas.
Pasamos por la Iglesia de Santa Bárbara,  pequeña basílica paleo- croata del siglo IX y X, de la que solo se puede ver el arquitrabe, con una decoración muy significativa con la cruz trenzada, símbolo de Croacia.
Callejeamos por el casco y pasamos por la Iglesia de San Nicolás que forma parte del convento benedictino que alberga la Zbirka  Umjetnina Kairos, relieve griego en el que se representa a Kairos, divinidad del momento propicio y que es un símbolo repetido hasta la saciedad en Trogir.
Salimos por la Puerta del Mar de 1593, al lado está la Logia del pescado, donde antiguamente se hacía el control de los pasajeros que llegaban a la ciudad.
Andamos por el muelle y llegamos frente al Castillo de Camarlengo, imponente fortificación de forma cuadrangular, construido por los venecianos entre 1420 y 1437. Antiguamente estaba unido a la muralla de la ciudad.
Volvemos a entrar en el casco por unas calles aun más estrechas, llenas de restaurantes que ocupan cual rincón de mesas, sombrillas y sillas.
Por último , ya en la plaza de nuevo, entramos en el patio de un palacio. Es el Palacio Cippico del siglo XV, que está dividido en dos partes por una calle muy estrecha.
A la derecha está el Palacio Grande, con unas ventanas gótico-venecianas y en el atrio hay un mascarón de proa con forma de gallo, de madera, que fue arrebatado a los turcos en la batalla de Lepanto. En realidad es una réplica, ya que el original está en un Museo.
A la izquierda está el Palacio Pequeño, cuyo máximo interés está en el patio gótico-renacentista al que se accede por una escalera exterior.
Mientras descansamos y tomamos un refresco, algunos se dan una vuelta por las calles y tiendas para hacer compras.
Cenamos en una placita muy chula  en el restaurante Vanjaka. Cenamos bien y el tiempo nos ha respetado, gracias a Dios, ya que había chispeado un poco antes.
Volvemos a Split y Vicente se acerca con Maja a la recepción del hotel para hacer una reclamación por las pésimas condiciones del hotel.

 
     

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Jueves 20 de Septiembre de 2012. Split-Mostar-Dubrovnik.

 
 

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A las tres de la mañana nos despierta a todos un estruendoso trueno, con relámpagos, fuerte viento y lluvia. Las persianas hacen un ruido endiablado y como están rotas la mayoría no se pueden bajar. Encima, a las seis de la mañana empiezan a tocar las campanas de la Iglesia que tenemos al lado. Casi hemos pasado la noche en blanco.
Bajamos las maletas, desayunamos y salimos en dirección a Mostar en Bosnia-Herzegovina.
Circulamos por una carretera de montaña con una vegetación muy verde. Todos dormimos un rato, debido a la “noche serrana” que hemos pasado.
Llegamos a la frontera con Bosnia-Herzegovina y aquello es tercer mundista. De entrada tardan un buen rato en cuñar los pasaportes, por otro lado sube un policía gordo al bus, con un olor a borrego que tira para atrás, comprobando quienes somos mientras Maja nos va devolviendo los pasaportes y por último les han pedido los guardias el “impuesto revolucionario”, es decir, pago en especies. Unas veces les dan dinero, otras bebidas y en nuestro caso botellines de agua mineral sin gas. Siempre amenazan al chófer con elevar una denuncia de algo roto inexistente para que no pueda pasar y conste como un fallo del bus y de la agencia.
Seguimos y ya vemos la diferencia. Aquí todo está sucio y descuidado. Paramos en el primer café y descansamos un poco. En Bosnia –Herzegovina tienen como moneda el marco convertible, aunque aceptan cualquier moneda, kunas o euros.
Llegamos a Mostar y encontramos un atasco para entrar. Todavía se ven en muchos edificios los impactos de las balas y edificios completamente destruidos sin opción a rehabilitación.
Es la ciudad más importante de Herzegovina y se encuentra en el centro del cantón Herzegovina-Neretva. Recibe el nombre de su famoso puente, el Stari Mos que significa “puente viejo” y por los guardianes que cobraban el pasaje que se llamaba “mostari”. El primer puente que existió era de madera y luego se construyó en piedra en 1566 por orden de Suleiman el Magnífico. Tiene 28 metros de longitud, 20 metros de altura sobre el rio Neretva  y 4 metros de ancho. En cada extremo del puente hay una torre, la Halebiya en el lado derecho u oriental, que fue una prisión y la Tara en el lado izquierdo u occidental, ambas añadidas en el siglo XVII.
Era un enclave importante para las rutas comerciales y las caravanas de intercambio de productos entre distintas zonas.
El puente fue destruido por unidades del Consejo Croata de Defensa durante la guerra, el 9 de Noviembre de 1993. Slobodan Praljak, comandante de las fuerzas croatas, fue juzgado por un tribunal internacional por la destrucción del puente y otros cargos.
Al principio de la guerra los bosnios musulmanes  y los croatas católicos se unieron  contra los serbios. Pero una  vez echados se enzarzaron en luchas por el poder de la ciudad. Los croatas derrumbaron el puente, ya que era un símbolo musulmán por su origen.
La Unesco y otros organismos mundiales se unieron para la reconstrucción del puente. Recuperaron muchas piedras del lecho del rio que habían caído en la destrucción y tras 11 años se inauguró el 23-7-2004. Mientras se realizaban las obras, ingenieros españoles construyeron un puente colgante para unir las dos partes de la ciudad.
Pasamos por la Plaza de España con el poste y la bandera española ondeando. Allí hay un monolito con una placa que recoge los nombres de los 22 soldados españoles y un intérprete que perdieron la vida en la Guerra de los Balcanes en Bosnia. A finales de octubre de 2010 salieron los soldados españoles de Bosnia, quedando un reducto  de 20 para el control de las actividades. Se guarda en Mostar un gran recuerdo del paso de las tropas españolas, que hicieron un gran trabajo.
En el año 2005 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Paramos en el parking de autobuses al lado de la Iglesia franciscana que tiene una enorme torre de hormigón, ya que la iglesia original fue destruida en la guerra.
Allí nos espera la guía local Armina. Paseamos hacia el casco antiguo. El suelo está empedrado con piedras redondas que se clavan y resbalan. Hay muchas tiendas, restaurantes y cafés a ambos lados de las calles estrechas, repletas de gente.
Lo primero que vemos es una mezquita pequeña, la de Roznamedzi Ibrahim-efendi, al lado hay un edificio que era un Haman, unos baños turcos de nombre Tabahana. Seguimos camino del puente de Mostar. Lo cruzamos y poco más adelante entramos en el patio de las abluciones de una mezquita, repleto de tiendecitas, para ver mejor el conjunto del puente.
Seguimos hasta una casa turca, la casa de la familia Biscevic. Hay un pequeño patio a la entrada con una fuente muy original. Lo curioso es que en la casa viven varias tortugas, de las que hoy solo se ve una, que está subida encima de un tejadillo. Esta casa se construyó en 1635 y lleva 350 años perteneciendo a la misma familia. Hoy es un museo.
Subimos una escalera de madera que da a una especie de terraza que es la zona de las mujeres. Hay un dormitorio anexo que refleja la forma de vida de la época. Al fondo hay un salón principal, lugar donde se reunían los hombres.
Se despide la guía frente a la agencia de los guías de Mostar y nos enseña la tienda que tienen. Tenemos tiempo libre y cada uno va a su aire. Nosotros vistamos alguna tienda y nos llama la atención que hacen negocio de la guerra vendiendo bolígrafos, cañoncitos y otros objetos hechos con restos de balas, casquillos etc.
Atravesamos de nuevo el puente. Hace un viento enorme que dificulta el paso y sortear la muchedumbre que lo cruza en las dos direcciones. Paramos a tomar un refresco y nos reunimos de nuevo todo el grupo. Nos dirigimos a comer al Hotel Emen.
Tras comer volvemos al bus y nos dirigimos a Dubrovnic.
A unos 30 Km. de Mostar paramos en un pueblecito medieval de nombre Pocitelj. Su origen se remonta a 1444 bajo la dominación húngara, pero a partir de 1471 pasó a ser otomano. El pueblo se construyó sobre una colina rocosa siendo muy curiosa su forma  de construcción, directamente sobre la roca. Es un enclave islámico con la mezquita de Hadzi Alija con su madrasa (escuela coránica), los baños turcos, la torre Sahat, una fortaleza y una gran posada para forasteros de 1665. Se encuentra al lado del rio Neretva. Unos cuantos subimos por unas calles llenas de escalones muy empinados hasta la mezquita, que no pudimos visitar porque éramos mujeres la mayoría y había algún acto para musulmanes en ese momento. A la entrada del pueblo vendían frutas  y frutos secos de la zona. Algunas compramos “mesuritas de higos frescos” o de “higos secos” que nos comimos de resopón en el bus.
Continuamos la ruta siguiendo el curso del rio Neretva y cruzamos la frontera a Croacia. Nos hacen esperar un rato. Ya en Croacia llegamos al delta del rio con una extensión enorme de plantaciones de mandarinas y otros frutales.
Pasamos otra vez la frontera y estamos por muy poco tiempo en Bosnia de nuevo. Paramos en un supermercado bosnio, que es más barato, por si queremos algún producto comestible o bebible croata, a mejor precio que en Croacia.  De paso hacemos una parada “técnica”.
Ya estamos al lado del mar y enseguida pasamos de nuevo a Croacia. Seguimos por la costa que es muy escarpada, con muchas islas frente a la costa, como Kórcula. Esta isla es, según dicen, la más bonita y una de las más grandes. Cuenta la tradición que en una vieja casa con un patio a pocos pasos de la catedral, nació Marco Polo.
Pasamos cerca de Ston, lugar doblemente castigado, primero por la guerra y luego por un terremoto en 1996. Está en proceso de restauración  pero aun es perceptible su sistema defensivo: una larga muralla de torres fortificadas que trepa hasta lo alto de la colina. Tiene forma pentagonal y 5 Km. de longitud, cuya construcción se inició en 1333 y se terminó en el siglo XV. La muralla va uniendo fuertes y fortalezas y otros muros defensivos.
Más adelante atravesamos Trsteno en cuya plaza principal podemos observar dos árboles de la clase plátanos de sombra gigantes que tienen una antigüedad de más de 400 años cada uno. Esta población fue lugar de castillos y fortalezas de la aristocracia y las familias acaudaladas de la Ragusa (República independiente de Dubrovnic) y cuenta con un frondoso jardín de 1502 en la residencia Gucetic. Hoy en día es una zona residencial y turística de Dubrovnic.
Llegamos al hotel  Park de Dubrovnic por la costa, observando que a medida que nos acercamos hay más complejos hoteleros. Hemos pasado por el puerto nuevo con cruceros atracados.
Subimos a descansar, que tengo un buen trancazo y a deshacer las maletas, ya que aquí vamos a dormir tres días. Hay tiempo libre y cada uno lo aprovecha como quiere, paseos, compras, playa, lectura, fotos ....
Bajamos a cenar al buffet del hotel y a la hora de los postres ¡¡SORPRESA!! Aparece una tarta de chocolate con dos velitas para celebrar el cumpleaños de Luis, que es hoy, y todos hemos despistado como que no nos habíamos acordado y el de María que fue el día 14, al principio del viaje. Todo se organizó con la inestimable ayuda de Maja. Es un encanto y ella misma les regaló una caja de bombones a cada uno.
Tras un largo rato de charla nos retiramos a descansar.

 
 

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Viernes 21 de Septiembre de 2012. Dubrovnik.

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Hoy vamos a visitar Dubrovnic.
En el año 615 los ávaros invadieron Dalmacia y muchos habitantes de la zona se refugiaron en la península que ocupa hoy la ciudad. Luego los romanos la llamaron Ragusium. Con Bizancio adquirió un rápido desarrollo. De 1205 a 1358 estuvo bajo el dominio veneciano hasta la muerte de Ludovico en 1382 y pasó a pertenecer a Hungría. Entonces gozó de casi total independencia, solo pagaban tributos, fórmula que continuaron utilizando bajo el dominio turco, asegurándose así un pacto de no agresión. Fue muy próspera  la república de Ragusa e independiente, ya que tenía unos estatutos desde 1272, en la época veneciana. Su edad de oro fue en los siglos XV y XVI, cuando contaba con una gran flota mercante, representaciones diplomáticas en el resto de Europa y una refinada vida cultural.
En 1667 un gran terremoto destruyó la ciudad y eso dio pie a la construcción de edificios barrocos y numerosos palacetes.
En 1806 fue ocupada por los franceses hasta 1808, en que se disolvió la antigua Ragusa.
De 1814 a 1918 fue de dominio austriaco.
Desde el autobús, tras pasar el puerto, vamos viendo parte de las murallas, que datan del siglo X aunque se modificaron en el siglo XIII. Fueron ampliadas en varias ocasiones posteriores. Tienen una longitud de casi 2 Km. y  25 m. de altura. Circunda toda la ciudad antigua. Tiene un grosor por el lado de tierra de 6 m y por el lado del mar hasta 3 m. Consta de 3 torres circulares, 12 cuadrangulares, 5 bastiones, 2 fuertes y 2 baluartes.
Paramos en la Puerta de Pile, donde nos espera la guía local, Nicoletina. Para traspasarla hay que cruzar un puente de piedra construido en 1537 cuando se amplió el foso. Ahora es un jardín. Llegamos  al terraplén donde hay un gráfico de los impactos que sufrió la ciudad en la última guerra que fueron más de 2000. Afectaron a algunos edificios completos, que se han perdido y fundamentalmente a los tejados, que ya han sido restaurados.
Llegamos a una plaza, la Poljana Paska Milicevica. Lo primero que vemos es la fuente de Onofrio realizada entre 1438-1444 por Onofrio de la Cava. Funciona como una cisterna del acueducto por donde bajaba el agua del rio Dubrovacka, que nace a 12 Km. de la ciudad.
En un lateral de la plaza hay una escalera que sube a la muralla.
Nos paramos frente a la Iglesia del Salvador, que se levantó para conmemorar el terremoto de 1520. Su fachada es una joya renacentista veneciano-dálmata. Por desgracia también se pueden observar impactos de bala de la guerra.
Por un callejón entramos al Convento Franciscano que se comenzó en 1317 y no se terminó hasta un siglo después. Sufrió innumerables daños con el terremoto de 1667. El campanario es gótico de 1424 y la fachada es gótica florida de1499.
Tiene un claustro de gran belleza realizado en 1317, en plena transición del románico al gótico. Las pilastras son octogonales y tiene espléndidos capiteles románicos. En el centro hay una fuente del siglo XV. En uno de los laterales hay una farmacia cuyo origen se remonta a 1317, una de las más antiguas de Europa, que todavía funciona. Fue restaurada en 1901.
La sala capitular alberga un museo con colecciones de relicarios, pinturas, esculturas, iconos del siglo XVI, y sobre todo los objetos de laboratorio de la antigua farmacia. También hay exvotos y joyas como collares de filigrana al estilo de Ragusa.
Seguimos por la arteria principal de la ciudad, Placa, su trazado es del siglo XII y discurre sobre un antiguo canal, hoy cegado, que dividía la ciudad en dos partes. Su aspecto original se debe a la reconstrucción que se hizo tras el terremoto de 1667, con la urbanización y la construcción en ambos lados de la calle de palacetes de piedra iguales en altura, planta y situación.
Pasamos a la calle paralela llamada Avenida Prijeko. Es una calle estrecha llena de restaurantes y tiendas de la que salen pequeñas calles perpendiculares con escaleras que conducen a la muralla. Termina en la Iglesia de San Nicolás, prerrománica en su origen, pero en la época renacentista se amplió y se le añadió la fachada. Por una calle transversal legamos a la Plaza de la Logia, centro de la vida pública en el pasado y que alberga algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
En 1418 se erigió el pedestal de la bandera con la estatua del paladín Orlando, símbolo de la libertad, que defendió a la ciudad del asedio de los piratas turcos. La longitud del antebrazo del paladín era la medida oficial en tiempos de la República de Ragusa (51,2 cm.)
El Palacio Sponza  es otro edificio importante en el que se mezclan elementos del gótico veneciano del primer piso con elementos renacentistas. Su origen es de 1312 y actuaba como Casa de la Moneda, y luego de Aduanas. Hoy en día alberga el archivo de la ciudad.
La Torre del  Reloj destaca al final de la calle Placa, en la misma plaza. Fue reconstruida en 1922 respetando la construcción original del siglo XV. Tiene cuatro campanas que alertaban del peligro y llamaban a las armas a la población. Llaman la atención las dos figuras en bronce que dan las campanadas.
Al lado está el Palacio de la Gran Guardia, del siglo XV, rehabilitado en el siglo XVIII.
El Palacio del Ayuntamiento es un edificio neo-renacentista y neo-lombardo del año 1863. Hoy en día alberga el Teatro Municipal y la cafetería más conocida de la ciudad la Gradska Kavana.
Entramos a visitar el Palacio de los Regidores. Es un edificio que ha sufrido como otros muchos sucesivas destrucciones y reconstrucciones. En su origen era una fortaleza que  fue destruida por una explosión y en 1435, Onofrio de la Cava transformó los restos en un palacio para acoger la casa del regidor, cuyo cargo duraba un mes para que no se volvieran corruptos. Aquí se celebraban las audiencias, las recepciones y los actos oficiales. Hoy en día es el Museo de Dubrovnic.
Lo primero en lo que nos fijamos es en el pórtico de la fachada con seis arcadas de estilo renacentista en cuyas columnas hay capiteles góticos. En uno de ellos hay una reproducción de un antiguo laboratorio de alquimia. Tras las arcadas destacan dos portadas góticas adornadas con una cornisa renacentista. Hay una larga hilera de bancos de piedra de mármol en donde se sentaban el regidor y los nobles durante las ceremonias y actos públicos. Traspasamos la puerta y allí se halla el patio con cuatro arcadas dobles, una escalera exterior y una fuente de 1452. Tiene una perfecta acústica lo  que le confiere la facilidad de la realización de conciertos y eventos musicales.
También está el busto del héroe de Ragusa, Miho Pracat, realizado por Giacometti en 1638 a petición popular, es el único monumento a un ciudadano privado autorizado por la República que estaba más preocupada de garantizar el bien de la Comunidad que de fomentar cualquier forma de individualismo.
Subimos la escalera y entramos en el Museo que expone una colección de pinturas, muebles y objetos relacionados con la historia de la República de Ragusa. Como curiosidad podemos ver que todos los relojes están a la misma hora, las 5.45, hora en que entraron a la ciudad las tropas francesas.
A la salida se despide de nosotros la guía y tenemos tiempo libre. La mayoría sube a visitar las murallas.
Nosotros nos quedamos callejeando. Primero nos dirigimos al pequeño puerto que está fuera de las murallas para tomar un refresco y descansar. De allí salen numerosos cruceros para las islas circundantes y está lleno de restaurantes. Luego nos vamos a visitar la Catedral de Santa Maria la Mayor. Fue concluida en 1713.
Teníamos el antojo de comprarnos camisetas a rayas marineras, que las había por todas partes y en una tienda encontramos los modelos que nos gustaron.
Después nos dirigimos a la Plaza de las Hierbas donde se encuentra un animado mercado tradicional de frutas, verduras, flores y algo de artesanía. Este espacio se creó después del terremoto de 1667 para albergar el mercado de la ciudad. Continuamos por la calle Puca, que albergaba las cisternas que recogían el agua de lluvia. Hay numerosas tiendas. Entramos en dos iglesias, una de ellas es ortodoxa, la Pravovoslana Crvka, de 1877.
Paseamos por la calle principal y vamos a buscar la tienda Medusa que nos había recomendado Maja. Tiene unos pañuelos de seda natural pintados a mano preciosos y me compro uno.
Vamos saliendo del casco antiguo y encontramos el jardín que en su día fue el foso. Es un parque tranquilo y fresco. Descansamos y nos acercamos a la parte que linda con el mar donde hay una playita pequeña y un rincón muy bonito.
A la una nos reunimos todo el grupo de nuevo y nos dirigimos al restaurante Posat.
Decidimos que volvemos todos juntos al hotel y que cada uno hará de su tiempo libre lo que quiera.

A las 8 nos reunimos  de nuevo y con el bus vamos al puerto pequeño, a cenar al restaurante Polkisar. Esta vez entramos en la fortaleza por la Puerta Sur o Ploce, del siglo XIV. La Torre Azimov la protege y está unida al fuerte Revelin por un puente.
Cenamos muy bien y en tres pases nos ofrecen una muestra de folclore croata. Una pareja baila y un músico toca una especie de violín que es un instrumento típico croata. Al final nos invitan a bailar y salen Vicente Girbés, María y Marisa, que lo hacen muy bien.
La fortaleza de noche está preciosa toda iluminada. Volvemos al hotel y nos preparamos para el crucerito de mañana.

 

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Sábado 22 de Septiembre de 2012. Dubrovnik-Islas Elafitas.

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Paseando por las Elafitas, Croacia

Tras el desayuno nos dirigimos al puerto donde embarcamos en un bonito barco de madera llamado “Maria”. Vemos dos enormes barcos de crucero atracados más adelante.
El día es precioso. Hace sol, aunque como es pronto sopla un poquito de brisa fresca. El mar está fenomenal y el paisaje que vemos a nuestro alrededor no tiene igual.
La primera parada es en la isla de Kolocep. Tiene una frondosa vegetación. El barco atraca en Donje Celo, en la parte noroeste. Cerca hay una fortaleza. Es la zona turística de la isla con un paseo que la bordea en el que hay dos playas de guijarros y de arena gruesa. En ella se remoja los pies Marisa. La mayoría damos un paseo y otros se quedan contemplando el paisaje tomando café.
Volvemos a navegar hasta la isla de Sipán. Es la más grande de las tres donde se cultivan árboles mediterráneos como olivo, algarrobo, granado, cítricos.
Las ruinas de la fincas rústicas dan testimonio de que la isla antaño fue residencia estival de las familias más poderosas de la Ragusa.
En el pequeño puerto hay una tienda que hacen el agosto con nuestra presencia. Nos vamos paseando hasta una playa de piedras y Vicente no lo puede resistir, se mete en el agua que está transparente y fresquita pero revitalizante.
A la vuelta tomamos un refresco y continuamos hasta la tercera isla, Lopud.
Es una isla llena de vegetación mediterránea. Hay un solo pueblo, al lado del puerto. Su morfología es de dos colinas con un valle central. Cuenta con numerosos vestigios históricos, dos fuertes del siglo XVI, vigilando el puerto y un conjunto muy variado de iglesias en estado ruinoso, desde alguna de estilo prerrománico a otras fortificadas, monasterios y palacios góticos y renacentistas. La isla estuvo habitada por griegos y romanos y más tarde quedó bajo la jurisdicción de Ragusa, convirtiéndose en el siglo XV en un refugio de aquellos que huían de los turcos.
Una vez desembarcados tenemos tiempo libre hasta la comida que será en un restaurante del puerto.
Delante de las casas hay una pequeña playita de arena y allá que nos vamos Vicente, Marisa y yo de cabeza. Nos bañamos un buen rato. Al principio el agua está fresca pero una vez dentro se está de maravilla. Se nos unen Luis y Vicente Girbés.
Tomamos un rato el sol. En un muro, al lado de la playa, hay una ducha y nos quitamos la sal. Tras secarnos nos cambiamos en una especie de cabina que hay en la playa y nos dirigimos al restaurante Obala. Hoy el menú es de pescado. De todas las lubinas que hemos comido, estás son las mejores.
Tras la comida tenemos un rato de tiempo libre que algunos aprovechan para dormir un poco de siesta, otros a hacer compras y unos cuantos para tomar el sol tan rico por la estupenda temperatura. Nos pasamos un buen rato contemplando las rocas  que están plagadas de cangrejos.
Volvemos a Dubrovnic navegando lentamente durante una hora. Es una travesía encantadora. Maja nos ofrece dos bebidas alcohólicas croatas, la grapa y una especie de moscatel. Lo probamos todo y acabamos muy contentos del día que hemos pasado.
Una vez en el hotel tenemos todo el tiempo libre para nosotros.
Tras dormir una siesta, nosotros nos vamos a dar un largo paseo por los alrededores del hotel y por el paseo al borde del mar, donde hay hoteles y restaurantes. Como no hay playas, bordeando el mar hay un camino de hormigón con escaleras de acceso al agua. Nos sentamos en una terraza a tomar un refresco y nos encontramos con Merche y Marisa. Al esconderse el sol empieza a hacer algo de fresquito y nos volvemos relajadamente al hotel. En la recepción hay gente de tertulia de nuestro grupo y nos quedamos de charleta. Ha llegado mucha gente y están los ascensores ocupados.
Entramos al buffet y cenamos muy bien. Es un buen hotel y tiene una buena cocina.
Tras un rato de charla en la recepción nos retiramos, aunque las “Tahuras” juegan unas partiditas.
Hay que hacer las maletas, pues el viaje se acaba y hay que volver a Valencia.

 

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Domingo 23 de Septiembre de 2012. Dubrovnik-Zagreb-Barcelona-Valencia.

 

Hoy no madrugamos mucho. Bajamos todas las maletas y después del desayuno nos despedimos del viaje. Como recuerdo nos hacemos unas fotos de todo el grupo en la puerta del hotel antes de subir al bus.
A la salida de Dubrovnic paramos en un mirador para tomar las últimas fotos del conjunto de la ciudad y de todos nosotros.
Llegamos al aeropuerto y una vez facturado el equipaje llega el momento de la despedida. Maja ya se va y acabamos llorando por los días que hemos pasado con ella. Un ¡¡HURRA!! por ella que se ha portado fenomenal.
Pasamos el tiempo de espera viendo las cuatro tiendas que hay, y comiendo un trozo de Apfelstrudel como despedida.
Embarcamos y como el vuelo es corto, nos dan unas bebidas y unos dulces típicos que son unagalleta de pimienta y unas tiras confitadas de naranja.
Una vez en Zagreb tenemos el tiempo justo para embarcar en el vuelo a Barcelona. Nos dan enseguida de comer un bocadillo y un trozo de pastel.
Hacia el final del vuelo a un pasajero le da un ataque  y alguien de su grupo, que es médico lo atiende. Parece ser que ha sido una bajada de azúcar.
Una vez en Barcelona, recogemos las maletas y nos dirigimos hacia el autobús que nos espera. Maruja por las prisas, se ha resbalado, se ha caído un porrazo y se ha hecho daño.
Viene con nosotros un grupo de una parroquia de nuestro barrio que ha hecho el viaje a Croacia pero más corto.
A mitad camino paramos a cenar y sobre las 10.30 de la noche llegamos a Valencia. Nos despedimos de los que siguen viaje a Algemesí. Ya en la calle los de Valencia nos despedimos ycomienzan a coger taxis para volver a sus casas. Amparo, Luis, Vicente y yo estamos muy cerca y vamos andando.
Y con esto se acaba un bonito viaje por bellas tierras croatas.
Hasta la próxima.......

     

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indice del viaje
 
© 2012 Textos: Dulce Ballester. © 2012 Fotos: Vicente Bono. v.1.2