De este viaje van a quedarnos muchos recuerdos y sensaciones que hay que asimilar con el tiempo.
En primer lugar los compañeros de viaje que han sido estupendos, nos hemos reído un montón y ha habido lo que se llama “feeling”. Por orden de jerarquías estaban :
El padre franciscano Javier, que con sus 81 años nos ha dado una lección de continuar en la brecha sin desfallecer, con su sentido del humor  y la enorme paciencia demostrada.
María, amiga de toda la vida del padre Javier, que tenía una gran ilusión en hacer este viaje. Con sus 85 años no se perdió nada, teniendo la cabeza muy bien amueblada y un genio que podía con todos,  llevaba al padre Javier todo el tiempo a su retortero. Vino acompañada de su nuera Paquita, que ya es tener moral de hacerse cargo de una persona tan mayor en un viaje tan denso.
Luciano, gallego de pro pero reinjertado de valenciano con lo que eso supone de retranca y experiencia,  a pesar de sus dificultades de movilidad, ha sido un valiente todo el viaje. Fue compañero de Vicente en Ford y me ha encantado conocerlo, pues nos entendíamos muy bien.
Teresa y Julia, de Catarroja, son cuñadas y parecían Pili y Mili, todo el día juntas, muy simpáticas y disfrutando mucho de todo.
De Amparo y Luis no puedo decir nada que no sea bueno,  ya que como nos conocemos 30 años y hemos vivido tantas cosas juntos, además de que somos vecinos de rellano, se me notaría mucho la subjetividad.
Ernesto, sacerdote de Piles pero oriundo de Onteniente, súper divertido y “empreñaor” fue la “alegría de la huerta”. Vino acompañado de Salvador,  el más calladito pero se apuntaba a todo y nos lo pasamos muy bien con él.
Para acabar, el más joven pero también el más grande (de tamaño), Paco, hermano franciscano capuchino, que ha vivido múltiples experiencias por el mundo ejerciendo su apostolado, con una visión de la vida muy realista, ocupado en mil tareas, que nos ha llegado a lo más profundo con sus reflexiones. Es un hombre de su tiempo y muy divertido.
El tipo de viaje como peregrinación no nos ha gustado mucho. Es una visión completamente parcial de un país, de una realidad que no se puede negar. Israel tiene mucho más que ver que solamente las iglesias del omnipresente Antonio Barluzzi en los sitios, en que  según dice la tradición, donde se supone que ocurrieron episodios de la vida de Jesús. Se pierde mucho tiempo en eucaristías diarias y actos religiosos. Creo que no hace falta tanta misa y menos en los sitios más mercantilizados o de poca relevancia y generalmente bajo la "Propiedad Franciscana", lo cual impide ver otros Santos Lugares para otras ramas Cristianas y por supuesto Mahometanas. Quizá dos o tres misas a lo máximo en los sitios más relevantes como en la Basílica de la Anunciación de Nazaret, en la Iglesia de la Natividad de Belén y en el Santo Sepulcro de Jerusalén, hubieran sido suficientes para dar contenido religioso a la peregrinación.

Falta tiempo en Jerusalén para verla a fondo: sus barrios tan definidos y distintos: judío, armenio, musulmán, cristiano, etc. Las zonas modernas de la ciudad, los grandes museos como el del Holocausto, Premio Príncipe de Asturias a la Concordia en 2007  y el Museo de Israel y el Santuario del Libro, con los Manuscritos del Mar Muerto, que encierran tanta historia como las iglesias. ^Poder ver los templos de otras religiones para  hacer una lectura comparada de ritos, creencias, tradiciones... todo quedó sin poderlo visitar.
Otras ciudades fueron: Haifa con su importantísimo puerto , así como El Santuario y las Tumbas Bahais, rodeadas de 18 terrazas de preciosos jardines y proclamados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008.
San Juan de Acre, ciudad medieval bellísima, con sus murallas y su resonancia histórica, ya que aquí fue la última batalla de los Cruzados, que la perdieron y comenzó el período árabe. También es Patrimonio de la Humanidad. Nos la perdimos.
Tel Aviv no la pudimos ver, ni tan siquiera con una panorámica general. Es un ciudad ultramoderna, declarada Patrimonio de la Humanidad por el conjunto de sus edificaciones.
Otro punto a destacar es que depende mucho de si el guía es judío o palestino.
El nuestro era palestino de Belén y por más que le preguntábamos sobre cosas e informaciones de los judíos sólo nos contaba lo negativo y nada más. Nos omitió muchos datos que después nos hemos enterado por otros caminos y nos ha enfadado un montón. Sólo se limitaba a saberse de memoria las sagradas escrituras y ya está.
Por supuesto que hay muchas cosas que hacen los judíos que son reprochables,  están a la vista y no se ocultan. Otra historia es que los palestinos sólo saben quejarse pero no hacen nada, bueno,  eso sí, votar a un partido terrorista.
Recomendamos ir por libre, alquilando un coche, ya que las distancias no son muy grandes e insistir en Jerusalén.
Para los turistas no hay problemas de libre circulación por el país, os recomiendo que lo visiteis!!