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Sevilla 2010

 
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Sevilla 2010
 

 

Viaje a Sevilla


29 de Octubre al 1 de Noviembre

   

A pesar de que hemos estado en múltiples ocasiones en Sevilla, este viaje tenía un motivo especial: el bautizo de Torete, el hijo de nuestros amigos Pilu y Toro.
Os hablé al principio de que tengo un grupo de amigos muy heterogéneo que nos conocimos a través de la academia de idiomas Alos hace ya muchos años. Las edades van desde los 38 a los 61 años y nos llevamos fenomenal, formando un grupo compacto, compuesto por 5 chicas y cuatro chicos,  que nos autodenominamos ADAPORNO que significa “Asociación de Amigos del Portugués y del Arroz al Horno”. Solemos estar en permanente contacto y siempre en la sombra para lo que nos necesitemos.
Bueno pues una de las componentes iniciales, Pilu, se nos casó con Toro hace tres años. Es un sevillano encantador que nos cayó estupendamente al grupo y desde entonces es uno más. Han tenido un bebé precioso, siempre con la sonrisa puesta y con unos hoyitos y unas pestañas que quitan el hipo. Como la boda se celebró en Valencia ahora tocaba el bautizo en Sevilla.
Así es que Adaporno se puso en marcha y allá que nos fuimos casi todos a Sevilla en avión. Maria no pudo venir y Rosa se incorporó al grupo un día más tarde.
Nos reunimos en el Aeropuerto Jaime y Begoña, César y nosotros. Llegamos a Sevilla y nos trasladamos al hotel en taxi. A la puerta nos encontramos con los papis, Pilu y Toro, que nos estaban esperando para darnos la bienvenida. Tras dejar las maletas en la habitación nos fuimos a comer y a pesar de que era muy tarde en el Restaurante Yebra, cercano al hotel, nos dimos un soberano homenaje gastronómico.
Nosotros, que somos más tranquilos, nos fuimos a descansar y los más jóvenes se fueron a patear Sevilla.
Al día siguiente, sábado, salió nublado y con frío así es que nos decidimos a ejercer de turistas y nos hicimos un crucerito por el Guadalquivir para después empezar el Vía Crucis gastronómico por Triana, el barrio más castizo de Sevilla.
Nos dimos un paseo para abrir el apetito y nos detuvimos en el Faro de Triana para el primer tentempié, esto es, unos camarones con cervecita.
Luego continuamos paseando y aprovechamos para comprar la Lotería de Navidad para el grupo. Ojalá nos toque y repitamos un viaje todos.
Seguimos la ruta y paramos en un lugar muy conocido llamado Las Golondrinas . Aquí las tapas fueron más consistentes y abundantes, además de exquisitas.
Para rematar acabamos en Casa Cuesta un lugar muy antiguo y bonito. Ahítos ya de la comilona escalonada nos decidimos a seguir marcha. Entonces se puso a llover. Pero nuestros amigos, en especial Begoña quería ver las principales iglesias de Triana y allá que se fueron. Nosotros nos fuimos a descansar un poco.
A última hora de la tarde llegó Rosa con su guapísima hija Cristina con su noviete, Daniel así como la hermana de su nuera Paz. Estuvimos un rato de charla y se quedó descansando un poco hasta la hora de la cena.
Por la noche los papis organizaron en el hotel una cena de “pescaíto” para los alojados, amigos y familiares llegados de Valencia y Madrid así como familiares sevillanos, muy variada y buenísima. El niño se portó de fábula y estaba sonriente y divertido con el ajetreo.
La verdad es que los papis han hecho un gran esfuerzo para que todo saliera bien, que estuviéramos a gusto y poder compartir un hecho tan importante en sus vidas con nosotros, como una piña.
Estuvimos de charla un buen rato y ya nos fuimos a dormir para prepararnos para el bautizo de mañana. Se puso a diluviar durante toda la noche con fuertes ráfagas de viento  y todos nos pusimos a rezar para que al día siguiente luciera el sol.
El domingo  amaneció con sol y todos respiramos. Tras el desayuno la charla se hizo larga contándonos las andanzas” iglesiles” de la tarde anterior. Begoña se había propuesto hacer un ranking de las iglesias sevillanas y me parece que le va a faltar tiempo.
Nos pusimos todos muy guapos y nos dirigimos a la Iglesia del Salvador, la segunda en tamaño de Sevilla. Después de verla nos salimos a la plaza, ya que aun no había acabado la misa que estaban oficiando. Estaba toda la plaza abarrotada de gente tomándose el aperitivo en los múltiples sitios de tapeo que la rodeaban. Nos sentamos en la Alicantina  a probar la ensaladilla rusa de allí, que es muy valorada, recordando los años de estudiante de Rosa. Cuando nos avisaron ya nos metimos en la iglesia para asistir al bautizo.
Bautizaron a la vez a cuatro bebés. Primero ofició el sacerdote una misa desde el altar mayor y luego pasamos a la pila bautismal en un lateral de la iglesia. Al acabar el acto nos hicimos fotos con los papis y Torete y salimos en dirección al Restaurante El Rinconcillo, donde se iba a celebrar la comida. El sitio es espectacular. Estaba lleno hasta los topes. Tras acomodarnos comenzó el desfile de platos, todos buenísimos y acabamos que se nos salía la comida por las orejas. No podía faltar en Sevilla un fin de fiesta con baile y cante hasta que el local se cerró con el fin de prepararlo para la noche.
Rosa, Vicente y yo nos fuimos al hotel a descansar.
Por la noche llegó la hija de Rosa con el novio para recogerla y estuvimos charlando un ratito. Se iban a cenar por ahí. El resto se habían ido a recorrer Sevilla.
El lunes ya era día de más calma. Desayunamos sin prisas, charlamos con el subdirector del hotel y Jaime y Begoña se marcharon a ver la Catedral, que era lo que les faltaba. A Rosa la recogieron para ir a comer a casa de su hijo Juan y disfrutar de su nieta.
César, Vicente y yo nos fuimos a la Plaza de España.  La última vez que estuvimos en Sevilla estaba completamente abandonada. Una pena por lo espectacular que es. Hace muy pocos días la habían reinaugurado tras la restauración a la que la habían sometido para devolverle su majestuosidad. Allí se nos reunieron Jaime y Begoña. Tras dar un largo paseo y hacer un montón de fotos nos sentamos en un bar en el Jardín para tomar un refresco.
Decidimos que nos íbamos a comer a un sitio que ya conocíamos de otras veces y habíamos comido muy bien que se llama Restaurante el Toboso . Efectivamente la comida fue estupenda. Tras salir del restaurante nos dirigimos al hotel a recoger las maletas y nos fuimos al Aeropuerto de Sevilla. Se nos unió Rosa y facturamos los equipajes.
Tras pasar el control nos sentamos a tomar algo fresco, pues hacia un calor sofocante.
Aprovechamos para dar una ojeada a las tiendas y a su hora embarcamos hacia Valencia.
Una vez en el Aeropuerto de Valencia nos despedimos con alegría por el fin de  semana estupendo que habíamos pasado todo el grupo por un motivo tan feliz.

Hasta la próxima.....

 
 

 
 
© 2010 Sevilla. v.1.1 — © 2010 Textos: Dulce Ballester. Material Multimedia: Vicente Bono Gomis