A veces para ir de viaje a un lugar basta una imagen para querer ir.
Este verano estábamos viendo Vicente y yo en la televisión, canal TVE2, un programa en que un mago recorría diversas zonas de España, visitando edificios emblemáticos y haciendo a ciertas personas trucos de magia.
Nos llamó la atención su vista al Monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla, en la que un monje le enseñó la biblioteca, explicándole las maravillas que contenía. Nos enamoró el sitio, siendo además que hace bastantes años visitamos con unos amigos el Monasterio de Suso y llegamos tarde para visitar el de Yuso, que está muy cerca. Se nos quedó pendiente.
Por eso, de repente, Vicente comentó que podíamos volver a la Rioja unos días para conocer cosas nuevas y poder visitar el Monasterio de Yuso. Entonces comenzó la búsqueda de un hotel en la zona que admitiera mascotas del tamaño de Max, 40 Kg de maravilloso Labrador Retreiver negro.
Además, buscamos hoteles con encanto, huyendo de lo convencional.
Tuvimos suerte y en Casalarreina, a 6 Km de Haro, la Hospedería Señorío de Casalarreina, adosada al Monasterio de la Piedad, cumplía todos los requisitos.
Y ni cortos ni perezosos, reservamos, preparamos maletas y nos pusimos en marcha.
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